La Unión Europea (UE) indicó este lunes que el asesinato de la líder afgana Mursal Nabizada muestra la “grave situación” de seguridad a la que se enfrenta la población en Afganistán y, especialmente, las mujeres.

“Mursal Nabizada, exdiputada del Parlamento afgano, fue asesinada en su domicilio el domingo. Su muerte es un brutal recordatorio de la grave situación de la población y de las amenazas a la seguridad, especialmente para las mujeres”, afirmó a través de su cuenta en Twitter Nabila Massrali, portavoz del alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.

La portavoz aseguró que la UE da su pésame a la familia de la fallecida y confió en la pronta recuperación de las personas heridas en el ataque.

Nabizada, antigua diputada del Parlamento afgano durante el gobierno previo a la llegada al poder de los talibanes, murió tiroteada junto a su guardaespaldas este domingo en un ataque cometido por individuos no identificados en su casa, en el área de Ahmad Shah Baba, en Kabul.

Los asesinatos selectivos son frecuentes en el país y lo eran incluso antes de la llegada al poder de los talibanes, generalmente atribuidos a los grupos armados que operan en Afganistán.

Hasta ahora nadie ha reivindicado la responsabilidad del ataque del domingo.

El antiguo gobierno acusó en reiteradas ocasiones a los talibanes de estos ataques, dirigidos principalmente a líderes políticos, religiosos, periodistas, y destacados miembros de la sociedad civil.

Sin embargo, la autoría de los últimos atentados contra personas relevantes de la sociedad afgana ha sido reclamada por el grupo yihadista Estado Islámico. Nabizada fue una de las líderes políticas que decidió quedarse en Afganistán tras la caída de la antigua administración y la llegada al poder de los talibanes, pese a que cientos de funcionarios del gobierno decidieron dejar el país en la evacuación de las fuerzas internacionales.

Desde la caída de Kabul en agosto de 2021 las mujeres han experimentado un deterioro en sus derechos con restricciones como el veto a las universidades y escuelas secundarias, la segregación por sexos en lugares públicos, la imposición del velo o la obligación de ir acompañadas por un familiar masculino en trayectos largos.

Los fundamentalistas ademas excluyeron a todas las mujeres de las posiciones de poder dentro del Gobierno.