Los abogados del Ilya Yashin ya advertían esta semana que su juicio iba por la vía rápida. Finalmente hubo que esperar al viernes para confirmar el veredicto final del tribunal de Moscú: ocho años y medio de cárcel para el opositor, uno de los pocos que quedaban en Rusia y en libertad. Su delito ha sido "difundir información falsa" sobre el Ejército ruso; concretamente, afirmó en un 'streaming' de Youtube que la matanza de Bucha la hicieron tropas rusas. La fiscalía pedía nueve años de prisión para Yashin, que había trabajado codo con codo con el también encarcelado Alekséi Navalni y otros miembros de su equipo.

Previamente, publicó en el diario 'The Moscow Times' un artículo de opinión en el que se dirigía al presidente ruso, Vladímir Putin: "La gente está huyendo de usted, señor presidente". Sobre su detención explicaba: "Estoy siendo aislado de la sociedad y encarcelado porque quieren que me calle, como nuestro Parlamento, que ya no es lugar para el debate y Rusia debe estar de acuerdo en silencio con cualquier medida que tome su Gobierno". También apuntaba que, en su opinión, su misión es "contar la verdad". Y añadía que hasta ahora había hablado "en plazas, en estudios de televisión, en el Parlamento" y no dejará "de hablar estando entre rejas". Este viernes, el día que ha conocido su futuro más próximo, se ha mostrado vivaz: "No se preocupen, que quien cree que Putin estará al mando ocho años más es demasiado optimista".

Otros opositores han corrido una suerte parecida a la suya, como es el caso de Vladímir Kara-Murza, que fue detenido en abril por "difundir noticias falsas" en un discurso en la Cámara de Representantes de Arizona. En julio fue acusado de "organizar las actividades de una organización indeseable" por colaborar con la asociación Open Russia y en octubre, de alta traición. La justicia rusa le señala como colaborador "a largo plazo" de países de la OTAN.

Ley contra los 'fakes'

Al poco tiempo de empezar la ofensiva rusa sobre Ucrania, el Gobierno de Moscú se puso en marzo manos a la obra para limitar las críticas y noticias sobre las Fuerzas Armadas. Según esta modificación del Código Penal, se puede castigar con hasta 15 años de cárcel la distribución de 'fakes' sobre el Ejército ruso, además de otras penas más leves como multas.

Otro de los afectados por esta ley fue el exalcalde de Yekaterimburgo Yevgeny Roizman, que fue condenado por "desacreditar el Ejército" y se encuentra bajo arresto domiciliario y sin poder usar internet. Debido a estas presiones, otros disidentes rusos han optado por abandonar el país y denunciar desde Georgia, Armenia o la UE la situación, como es el caso de medios independientes como 'Dozhd' o 'Novaya Gazeta'.