Stewart Rhodes, fundador de la milicia de extrema derecha Oath Keepers, ha sido declarado culpable este martes por un jurado de conspiración sediciosa por su papel en una trama que intentó mantener a Donald Trump en el poder tras las elecciones de 2020 y acabó con el asalto violento al Capitolio.

Aunque los 12 miembros del jurado popular de Washington DC, después de ocho semanas de juicio y tres días de deliberaciones, han declarado inocentes a otros tres acusados y han exonerado a Rhodes de otros dos cargos, la condena del líder de los Oath Keepers, así como de una de sus subordinadas, representa un triunfo contundente del Departamento de Justicia en su persecución en los tribunales de ese asalto, una causa en la que ha abierto más de 900 casos penales.

Es la primera vez en los cerca de 20 juicios realizados hasta la fecha en que un jurado señala a que la violencia fue parte de una trama organizada. Y Rhodes podría ser sentenciado a una pena máxima de 20 años de cárcel.

Aunque Rhodes no entró personalmente en el Capitolio durante el asalto se ha considerado que lideró la trama para organizar una rebelión armada y evitar la transición pacífica de poder al legítimo ganador de las elecciones presidenciales de 2020, Joe Biden.

Durante el juicio Rhodes, que testificó en su propia defensa, negó que hubiera un plan para el asalto y aseguro que sus seguidores que entraron lo hicieron sin seguir instrucciones y por decisión propia. Pero en el proceso se exhibieron grabaciones y mensajes encriptados en los que se mostró cómo urgió a sus seguidores a luchar para mantener a Trump en el cargo, alertó de la posibilidad de una guerra civil “sangrienta” y se lamentó de que los miembros de la milicia no hubieran llevado rifles al Capitolio el 6 de enero de 2021.

En diciembre se celebrarán otros dos juicios por conspiración sediciosa contra otros cinco miembros de los Oath Keepers y otros líderes del grupo extremista antigubernamental Proud Boys, incluyendo el presidente Henry ‘Enrique’ Tarrio.