La muerte de dos ciudadanos en Prezewodów, una localidad de Polonia a escasos kilómetros de la frontera con Ucrania, como consecuencia del impacto de un misil hizo saltar este martes todas las alarmas en la OTAN. Veinticuatro horas después, la investigación preliminar descarta que el misil fuera lanzado de forma deliberada por Rusia contra territorio aliado y apunta más bien a que fue disparado por la defensas aéreas ucranianas para repeler la oleada de ataques de Moscú contra ciudades e infraestructuras de Ucrania.

"Nuestro análisis preliminar sugiere que el incidente fue probablemente causado por un misil de defensa aérea ucraniano disparado para defender el territorio ucraniano contra los ataques de misiles de crucero rusos", ha explicado el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, tras la reunión de urgencia este miércoles del Consejo atlántico -a nivel de embajadores- para evaluar la situación.

Aunque la investigación está todavía en marcha y hay que esperar al resultado final, el máximo responsable de la organización aliada ha avanzado que no hay "ningún indicio" de que el incidente haya sido resultado de un ataque deliberado de Moscú ni tampoco tienen indicios de que "Rusia esté preparando acciones militares ofensivas contra la OTAN". A la misma conclusión ha llegado el Gobierno polaco, según ha confirmado su presidente, Andrzej Duda. "No hay indicios que indiquen un ataque intencionado contra Polonia", ha explicado en rueda de prensa apuntando a que lo más probable es que fuera un cohete S-300 de la era soviética disparado por los ucranianos el causante de un ataque que ha calificado de "desafortunado incidente".

"No es culpa de Ucrania"

Esto significa que Varsovia no activará el artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, que prevé consultas entre los aliados "cuando, a juicio de cualquiera de ellos, la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquiera de las partes fuese amenazada". Pese a esta conclusión preliminar, en la OTAN lo tienen claro. "Esto no es culpa de Ucrania. La responsabilidad última es de Rusia, que continúa su guerra ilegal contra Ucrania", ha zanjado el noruego tras una reunión de casi tres horas en la que han cerrado filas con Polonia, expresando las condolencias al país, y también con Ucrania.

¿Es el momento más tenso de la OTAN?, le han preguntado a Stoltenberg. "Siempre tengo cuidado de clasificar los diferentes incidentes y situaciones. Demuestra que la guerra en Ucrania, que es responsabilidad del presidente Putin, sigue creando situaciones peligrosas", ha respondido subrayando que el incidente coincide con una oleada de nuevos ataques aéreos indiscriminados contra ciudades ucranianas e infraestructuras civiles y que no es extraño ver consecuencias en territorio de la OTAN. Es más, si Vladímir Putin no hubiera lanzado la invasión de Ucrania y la "guerra de agresión" el pasado 24 de febrero "no hubiera ocurrido el incidente que hemos visto ayer en Polonia", ha apuntando.

El secretario general de la OTAN ha explicado que tras el incidente, este pasado martes, habló con el presidente polaco, Andrzej Duda, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y que han acordado mantener la vigilancia, la calma y una estrecha coordinación. No ha querido confirmar, en cambio, si han mantenido contactos de algún tipo con las autoridades rusas aunque insiste en que se mantienen vigilantes. "Tenemos importantes líneas de comunicación, por lo que podemos comunicarnos con Rusia de diferentes maneras, como OTAN y como aliados, pero no puedo entrar en los detalles de qué tipo de contacto ha habido exactamente en las últimas 24 horas", ha declarado.

Moscú aplaude la reacción de Washington

El Kremlin ha censurado este miércoles las primeras reacciones de algunos países de la Unión Europea acusando a Rusia del misil caído en Polonia. El portavoz del Ejecutivo ruso, Dmitri Peskov, ha denunciado que esta reacción se hizo "sin tener información real del incidente", algo que ha achacado a la "extendida rusofobia" que, en su opinión, impera en Occidente. "Hemos visto otra reacción histérica y rusófoba, sin base alguna en datos reales", ha abundado.

En este contexto, Peskov ha destacado la respuesta "positiva" dada por Estados Unidos, que en ningún momento responsabilizó a Moscú y llamó a la cautela hasta conocer más detalles. "En este caso, tiene sentido prestar atención a la reacción profesional de la parte estadounidense y de su presidente (Joe Biden)", ha indicado.

"Especialistas" del Ministerio de Defensa ruso han concluido, tras el análisis de las fotografías, que los fragmentos del artefacto hallados en la localidad polaca de Przewodów corresponden a un "misil de los sistemas de defensa antiaérea S-300 de las fuerzas armadas ucranias". Esta afirmación no ha sido posible verificarla de forma independiente. Tanto Rusia como Ucrania, que todavía cuenta con arsenal de la época soviética, tienen este tipo de armamento.

Este ministerio ha insistido en que Rusia lanzó el martes ataques contra objetivos que se encuentran "solo en territorio de Ucrania" y a una distancia de más de 35 kilómetros de la frontera ucraniano-polaca". Y ha ido más allá al negar también haber lanzado misiles contra Kiev este martes: "La destrucción mostrada (...) en áreas residenciales de la capital ucraniana es consecuencia directa de la caída de misiles lanzados por sus propios sistemas de defensa antiaérea".