La circulación del metro de París prácticamente interrumpida. El funcionamiento de los transportes metropolitanos de la capital francesa se ha visto muy afectado este jueves por una huelga muy concurrida. Solo dos líneas de metro (las que disponen de un piloto robotizado) funcionan con normalidad, mientras que en cinco, de un total de 16, no circula ningún vagón y el resto solo en las horas punta, con importantes retrasos. Con este paro laboral, respaldado por todos los sindicatos, los trabajadores de la RATP exigen subidas salariales ante la inflación y mejoras de las condiciones de trabajo.

La huelga afectó de manera más que considerable la movilidad en París, una ciudad que acoge cada día a millones de trabajadores de su periferia. Esta mañana se formaron atascos en unos 334 kilómetros en la región parisina, mientras que en un día normal suelen haberlos en 200 kilómetros. También hubo una gran concentración de pasajeros y vagones saturados en aquellas líneas de metro o trenes de cercanía que funcionaban, aunque con menor frecuencia.

"Solo hemos tenido un aumento del sueldo del 1,1% en todo este año a pesar de una fuerte inflación", dijo para justificar esta movilización Vincent Gautheron, secretario de la CGT —segundo sindicato más importante de Francia— en la RATP, cuyo nuevo presidente es el exprimer ministro Jean Castex. “Estamos preparados, estamos preparados para ello”, respondió Arole Lamasse, secretario general de la UNSA entre los trabajadores de los transportes parisinos, tras ser preguntado sobre la posibilidad de que este paro de un día desemboque en uno de indefinido. Este jueves había cierto sentimiento de déjà vu en París. La movilización de los empleados de la RATP ya había sido la punta de lanza de las multitudinarias protestas contra la reforma de las pensiones a finales de 2019.

Seguimiento menor en los otros sectores

Aprovechando esta huelga de los conductores de metro y autobuses, la CGT convocó para este jueves una jornada de protestas y huelgas sectoriales en el conjunto del país. Sin embargo, el seguimiento en los otros sectores resultó mucho menor. Por ejemplo, la circulación de trenes casi no se vio alterada.

"Los salarios se ganan todos los meses, representan cotizaciones sociales. Las primas solo son un trago de una vez", declaró Philippe Martinez, secretario general de la CGT, respecto a la política del Gobierno de Emmanuel Macron que, en lugar de incentivar las subidas de sueldo, promueve la concesión de primas libres de impuestos por parte de las empresas, aunque la mayoría de ellas ni siquiera dan estas primas.

Representa la cuarta jornada de protestas nacionales de los sindicatos desde la rentrée en septiembre. El 18 de octubre, unas 300.000 personas, según los sindicatos, se movilizaron en el conjunto de Francia. Unos niveles de movilización muy inferiores al más de un millón de personas que sacaron a la calle a finales de 2019, aunque fue una de las manifestaciones sindicales más importantes en el país vecino desde la pandemia. Pese a una inflación del 7,1% —y del 9,9% en el caso de los alimentos—, los sindicatos no logran impulsar protestas multitudinarias en Francia.