Ante la preocupante retórica del Kremlin y el presidente ruso Vladimir Putin, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenbergavisaba este pasado miércoles que el uso de armas nucleares en Ucrania tendrá “consecuencias graves” para Rusia. Veinticuatro horas después el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha dado un paso más en sus advertencias y ha concretado cual sería la respuesta de occidente en caso de ataque: la aniquilación del ejército ruso. “Cualquier ataque nuclear contra Ucrania tendrá respuesta. No una respuesta nuclear, pero una respuesta tan potente militarmente que el Ejército ruso sería aniquilado”, ha dicho durante un discurso pronunciado ante la Academia Diplomática Europea en el Colegio de Brujas.

La posibilidad de un ataque nuclear, ante la creciente retórica rusa en este terreno, también preocupa en la Alianza Atlántica y de hecho los ministros de defensa han abordado la situación en un encuentro del Grupo de Planificación Nuclear de la OTAN celebrado este jueves. Los países aliados “No hemos visto ningún cambio en la postura nuclear de Rusia, pero seguiremos atentos, seguiremos vigilando de cerca porque las amenazas nucleares, la retórica nuclear y las amenazas veladas de Rusia son peligrosas y temerarias”, advertía Stoltenberg insistiendo en que Rusia sabe que una guerra nuclear no se puede ganar y que “nunca se debe librar”.

Según el alto representante para la política exterior y de seguridad común de la UE, “Putin dice que no va de farol y no puede permitirse ir de farol” porque tiene que tener claro “que la gente que apoya a Ucrania, la Unión Europea, los Estados miembros, Estados Unidos y la OTAN tampoco están marcándose un farol”, ha añadido reiterando el apoyo militar de occidente a Kiev y recalcando que Europa está viviendo el momento “más grave” de su historia que requiere demostrar unidad, fuerza y determinación. “Está claro que tenemos que seguir apoyando a Ucrania y buscar soluciones diplomáticas cuando sea posible (…) Pero el mundo necesita que esta guerra termine”, ha añadido avisando de las consecuencias no solo para la UE.

Consecuencias de la guerra

“Miren a Somalia, por ejemplo, y vean las consecuencias de la guerra y del cambio climático, que juntos crean una situación dramática. ¿Se imaginan que hoy en el mar Negro hay más de 100 barcos cargados con dos millones de toneladas de grano, uno junto a otro, esperando a ser controlados para pasar por el Bósforo y llegar a los mercados mundiales. La gente los está esperando. Y, para algunas personas, llegarán demasiado tarde. La gente se va a morir de hambre porque el grano está parado esperando un control”, ha alertado pidiendo. 

Durante su intervención Borrell ha lamentado que el presidente ruso haya decidido desafiar el orden internacional y el sistema aunque se ha mostrado satisfecho con el resultado de la resolución en la Asamblea General de la ONU sobre la anexión de Rusia de los territorios ucranianos ocupados, que ha salido adelante con 143 votos a favor, 35 abstenciones y 5 en contra. “Estoy contento con el resultado pero tengo que decir que estoy preocupado por hubo demasiadas abstenciones. Cuando el 20% de la comunidad internacional decide no rechazar la anexión para mí son demasiados. Estamos contentos porque el vaso está bastante lleno pero también un poco vacío y hay que seguir trabajando”, ha reconocido.