La movilización parcial decretada por el presidente de RusiaVladímir Putin, el pasado 21 de septiembre ha disparado las salidas de ciudadanos rusos del país, ante el temor de una llamada a filas que les envíe al frente de guerra en Ucrania. Aunque la mayoría han optado por huir hacia la vecina Georgia, Armenia o Kazakstán, también algunos países fronterizos de la Unión Europea (UE) han empezado a notar un “aumento significativo” en las llamadas. Según los últimos datos publicados por la agencia europea para las fronteras exteriores (Frontex), entre el 19 y el 25 de septiembre entraron en la UE un total de 66.000 ciudadanos rusos, un 30% más que la semana anterior.

La mayoría lo hacen a través de los pasos fronterizos de Estonia y, sobre todo, Finlandia, que en los últimos cuatro días ha registrado la entrada de 30.000 ciudadanos rusos. Según ha explicado Frontex en un comunicado, la mayoría de las personas que llegan disponen de permisos de residencia o visados de la UE o de los países asociados del espacio de libre circulación de Schengen mientras que otros tienen doble nacionalidad. Es decir, no pedirían a priori ni asilo ni protección internacional, al menos no todos.

Entre enero y julio de este año la UE recibió un total de 7.300 solicitudes, según datos de la agencia europea para el asilo. La cifra duplica las recibidas en 2021 (3.800) y es muy superior a la de 2020 (4.900) aunque sigue por debajo de la registrada el año pasado. A estos se suman los 9.200 nacionales rusos que vivían legalmente en Ucrania y que pidieron protección cuando la UE activó la directiva europea de protección temporal.

Restricciones a los turistas rusos

Las tres repúblicas bálticas y Polonia, en todo caso, ya han empezado a aplicar restricciones a todos aquellos rusos que quieren viajar a su territorio solo con fines turísticos o de ocio mientras que Finlandia también ha empezado a estudiar posibles restricciones. Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, el pasado 24 de febrero, más de 1,30 millones de ciudadanos rusos han entrado en el territorio europeo a través de sus fronteras terrestres mientras que más de 1,27 millones han retornado a Rusia durante el mismo periodo. La movilización parcial anunciada por Putin podría alterar esta fotografía, particularmente, si el Kremlin decide cerrar sus fronteras terrestres para evitar el éxodo de posibles reclutas. En este caso, según la agencia con sede en Polonia podrían aumentar las llamas.

Frontex estima que es probable que los cruces ilegales de la frontera aumenten si la Federación Rusa decide cerrar la frontera a los posibles reclutas. “A corto plazo, es probable que veamos un número creciente de ciudadanos rusos llegando a los puestos fronterizos de la UE debido a la incertidumbre relacionada con la movilización en curso en la Federación Rusa. A más largo plazo, podríamos ver un aumento de los cruces fronterizos ilegales en las fronteras exteriores de la UE con Rusia y Ucrania, así como un aumento de las estancias ilegales en la UE de ciudadanos rusos ya presentes en los Estados miembros”, estiman.