El Gobierno de Reino Unido ha dicho estar "comprometido" con su política de deportación de solicitantes de asilo a Ruanda y ha calificado de "sorprendente" el dictamen emitido por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que impidió el martes por la noche la salida del primer avión.

La ministra del Interior británica, Priti Patel, ha defendido ante la Cámara de los Comunes un acuerdo con el que, según sus propias palabras, Reino Unido aspira a ser "líder mundial" en materia de colaboración migratoria, pese a las críticas expresadas por organizaciones defensoras de los Derechos Humanos.

Patel ha defendido el compromiso de Reino Unido con la asistencia a los migrantes, alegando que cada año llegan más de 20.000 personas por rutas "seguras y legales", y ha abogado, en cambio, por actuar para frenar las llegadas irregulares a través del canal de la Mancha.

"Nuestra capacidad para atender (a quienes llegan de forma legal) se ve gravemente comprometida por quienes vienen ilegalmente", ha dicho la ministra, que durante su ponencia ha recordado que los migrantes que llegan a Reino Unido por el canal de la Mancha lo hacen desde Francia, "un país seguro".

Patel ha afirmado que la "sorprendente" actuación por parte de un juez "de guardia" en el TEDH no pone en tela de juicio todo el plan de deportación, sino que prohibió la expulsión de algunas de las personas que iban a ser trasladadas a Ruanda en este primer avión. De hecho, ha aprovechado para recordar que la Justicia británica ya había avalado el programa.

Reino Unido quiere ser "pionero" pero, al mismo tiempo, enmarca su plan dentro de una voluntad más amplia para buscar nuevas vías con las que atajar el desafío migratorio. La ministra ha señalado ante los diputados que Dinamarca está "en proceso" de negociar un acuerdo similar, en alusión a los contactos entre autoridades danesas y ruandesas.

La Comisión Europea ha evitado este miércoles valorar la decisión de Reino Unido, con el argumento de que no comenta las políticas de países terceros, pero ha recordado que en la Unión Europea no sería legal deportar a estos migrantes antes de concluir el procedimiento para estudiar su solicitud de asilo.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos emitió, en principio, una primera orden para detener la deportación de un solicitante de asilo de nacionalidad iraquí que dejó su país en abril de 2022 e hizo una parada en Turquía antes de viajar en barco, a través del Canal de la Mancha, a Europa. Alegando estar en peligro, solicitó asilo a su llegada a Reino Unido el pasado 17 de mayo.

"El Tribunal Europeo ha indicado al Gobierno de Reino Unido que el solicitante no debe ser expulsado a Ruanda hasta tres semanas después de la entrega de la decisión interna final en su juicio judicial en curso", indicó en un comunicado, una orden que, finalmente, ha acabado afectando a los demás solicitantes.

De hecho, este miércoles ha explicado en un nuevo comunicado que, en el transcurso del mismo día, otras cinco personas que debían ser trasladadas a Ruanda en el mismo vuelo presentaron solicitudes y solicitaron medidas provisionales para detener su deportación.

Así, ha detallado que en dos de los casos el Tribunal decidió aplicar una medida cautelar para permitir que las solicitudes puedan ser evaluadas con mayor detalle, mientras que en otras dos solicitudes, sobre los solicitantes de asilo Abdollahi y Shokri, fueron denegadas debido a que los demandantes "no habían hecho uso de los recursos suspensivos disponibles ante los tribunales nacionales".

"Una solicitud fue retirada antes de que las partes hubieran sido notificadas de cualquier decisión ya que, mientras tanto, el Ministerio del Interior había retirado la orden de deportación del solicitante", ha agregado en dicho comunicado.

Dudas sobre la convención

La intervención del TEDH ha reavivado el debate en Reino Unido sobre una posible salida del país de la Convención Europea de Derechos Humanos, algo que el Gobierno ha evitado descartar. "Tenemos todas las opciones sobre la mesa, incluidas nuevas reformas legales que puedan ser necesaria", ha dicho un portavoz de Downing Street, según 'The Guardian'.

El propio primer ministro, Boris Johnson, se pronunció el martes en términos similares, por lo que el pronunciamiento más reciente de su gabinete evidenciaría que las dudas sobre la convención, clave dentro de la estructura del Consejo de Europa, forman parte de una estrategia clara.

Entre las muchas reacciones a esta posible salida se encuentra la del diputado laborista Chris Bryant, quien ha dicho que esta decisión podrá comportar que a Reino Unido "se le pida" que abandone el Consejo de Europa.

"El único estado paria similar es la Federación Rusa. El Gobierno está destrozando deliberadamente nuestra reputación internacional al infringir la ley de forma deliberada y reiterada", ha sentenciado, según ha recogido el diario 'Independent'.