Elon Musk permitirá el regreso de Donald Trump a Twitter. El magnate tecnológico, en proceso para hacerse con el control total de la red social, ha explicado este martes que revertirá el veto impuesto hace más de un año al expresidente de los Estados Unidos.

"Creo que fue una decisión moralmente mala, para ser claros, y tonta en extremo", ha asegurado Musk, en el marco de un evento sobre el Futuro del Automóvil organizado por el 'Financial Times'. "Fue un error. Alienó a una gran parte del país y no resultó finalmente en que Trump no tuviera voz".

Musk ha reiterado su posición contraria a las prohibiciones permanentes, una decisión que, según cree, socavan la confianza de los usuarios en Twitter. "Si hay tuits que son incorrectos y malos deberían ser borrados o invisibles", ha señalado. "Una suspensión es apropiada, pero no una prohibición permanente".

Preguntado por esa posibilidad, Trump aseguró a finales de abril que no tenía intención de volver a usar Twitter, plataforma que instrumentalizó para amplificar sus mensajes y esquivar la fiscalización de la prensa. En su lugar, dijo, se quedará en Truth Social, la fallida plataforma que lleva meses tratando de impulsar.

Ataque a la izquierda

Al frente de potentes compañías tecnológicas como Tesla SpaceX, Musk llegó el pasado 25 de abril a un acuerdo con la directiva de Twitter para comprar la plataforma digital por 44.000 millones de dólares (unos 41.000 millones de euros). El hombre más rico del mundo ha asegurado que la operación no responde a la voluntad de hacerse con más poder, sino a una cruzada para que la red social tenga una posición más absolutista sobre la libertad de expresión. Eso hace temer que su toma de control, que podría efectuarse dentro de unos seis meses, se traduzca en un golpe contra las políticas de moderación de contenido con las que se ha tratado de reducir el contenido de odio y la desinformación.

Este lunes denunció que, según él, Twitter tiene un "fuerte sesgo izquierdista" porque su sede central se encuentra en la ciudad de San Francisco. Musk ha asegurado durante la charla que la plataforma necesita equilibrar esa balanza ideológica. Sin embargo, en las últimas semanas ha intensificado sus habituales ataques contra causas progresistas, sindicatos y organizaciones en favor de los derechos humanos, así como ha amplificado los mensajes de conocidos conspiranoicos de extrema derecha.

La cuenta del líder republicano fue bloqueada por la plataforma después que la utilizara para alentar a la insurrección de una turba de seguidores ultraderechistas contra el Capitolio de Washington, un asalto a la democracia de EEUU con la que se pretendía frenar por la fuerza la certificación de la victoria electoral de Joe Biden.

La decisión, que la directiva de Twitter justificó por el "riesgo de incitación a la violencia" fue polémica. Y es que aunque la ley ampara que, como empresa privada, la plataforma decida cómo regular esa ágora digital, el bloqueo de Trump evidenció el poder desregulado de este tipo de compañías para moldear el debate público.