La democracia cristiana alemana ha obtenido una abrumadora victoria en las elecciones regionales celebradas este domingo en el estado federado de Schleswig-Holstein. Según las proyecciones de las televisiones públicas ARD y ZDF – y a falta de resultados definitivos al cierre de esta edición – la CDU superó el 40% de los votos. El primer ministro del pequeño estado de menos de tres millones de habitantes situado en el norte de Alemania, el democristiano Daniel Günther, se ve así confirmado en el cargo. Con él, su partido gana alrededor de 10 puntos con respecto a las últimas elecciones de 2017.

En segundo lugar han quedado Los Verdes, con alrededor del 17% de los votos. Los ecoliberales desplazan así a los socialdemócratas del SPD como segundo partido más importante de la región. El SPD ha sufrido un auténtico batacazo: con algo más del 15% de los sufragios, los socialdemócratas pierden más de 11 puntos y se despiden así de la euforia desatada entre sus filas a finales del pasado marzo cuando consiguieron una arrolladora victoria en las regionales del Sarre, los primeros comicios regionales del año en Alemania. El SPD parece haber pagado su apuesta por Thomas Losse-Müller, un candidato prácticamente desconocido en Schleswig-Holstein.

Minoría danesa

El arco parlamentario quedará completado con los liberales del FDP – con algo menos del 7% de los votos – y el SSW, el partido que representa la voz de la minoría danesa en Schleswig-Holstein, que gana casi tres puntos electorales respecto al 2017 y se queda por encima del 6% de los votos. No se descarta que el SSW pueda entrar en el próximo gobierno de coalición liderado por democristiano Günther.

Entre los perdedores de la jornada electoral se encuentran la ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD), que apuntan a quedar fuera del Parlamento por quedar debajo del umbral del 5% de los votos que da acceso a la cámara regional, y los poscomunistas de Die Linke que, con un mísero 1,7% de los sufragios, cosechan un nuevo fracaso en las urnas y se sumen un poco más en la peor crisis de su historia como partido.

Posibles coaliciones

Una Coalición Jamaica (CDU, Verdes y FDP) ha gobernado Schleswig-Holstein durante los últimos cinco años. La clara victoria del primer ministro Günther le permitirá elegir a un solo socio de gobierno y prescindir de un tripartito – generalmente más tendente a la inestabilidad – si así lo desea. Sin embargo, tras conocerse los resultados preliminares, Günther se mostró abierto a intentar reeditar la coalición con verdes y liberales. “Hemos creado un nuevo estilo político en Schleswig-Holstein”, ha dicho el político conservador.

Los resultados de este domingo suponen un balón de oxígeno para Friedrich Merz, el presidente de la CDU, cuyo joven liderazgo del partido conservador es observado con lupa. La cuestión abierta es si la clara victoria democristiana en Schleswig-Holstein podría influir en las elecciones regionales del próximo domingo en Renania del Norte-Westfalia, el estado federado más poblado y rico de Alemania. Las encuestas allí apuntan a una ajustada carrera entre la CDU y el SPD.

A pesar de que las elecciones regionales en Alemania suelen estar marcadas por dinámicas locales e internas de cada uno de los 16 estados federados, el estallido en la guerra de Ucrania está dando un mayor peso a la política nacional e internacional en las campañas de las últimas semanas. El aumento de los precios de la energía y de los precios en general, sumado al debate de la entrega de armamento pesado al ejército ucraniano, podría pasar factura a los socialdemócratas del canciller federal, Olaf Scholz, cuya popularidad está sufriendo desgaste.