Nuevo atentado en Israel. En el cuarto ataque en las últimas semanas, un atacante ha disparado a las personas que disfrutaban de una festiva noche de jueves en Tel Aviv. De momento, hay dos jóvenes muertos y diez personas heridas de gravedad por el tiroteo. El ataque a la bulliciosa calle Dizengoff de la capital israelí se suma a la ola de atentados acontecidos en todo el territorio israelí durante los últimos días que se han cobrado 11 vidas. Este jueves ya son 13 las víctimas mortales. 

Un jueves por la noche, la calle Dizengoff suele estar desbordada de terrazas de bares y restaurantes llenas de gente. La calurosa primavera que acaba de instalarse en la región ha hecho que sean muchos los que decidieran iniciar su fin de semana en alguno de esos locales. Pero, de repente, empezaron a sonar los tiros. Un atacante desconocido ha empezado a disparar sembrando el pánico y provocando que la gente se escondiera bajo las mesas. Por ahora, se desconocen los motivos del ataque y no se ha encontrado al agresor. 

Mientras la policía le busca, los agentes han instado a los residentes de Tel Aviv a quedarse en sus casas. Vídeos en redes sociales muestran a decenas de personas abandonando en masa la escena del crimen. Los dos heridos de gravedad que han muerto eran dos jóvenes en la veintena, ya que el ataque ha ocurrido en un lugar muy común de encuentro entre la juventud a las puertas del fin de semana. Pero las imágenes de las calles de Tel Aviv han sido muy distintas esta vez. La policía israelí, la policía de fronteras, reservistas que son parte de las tropas del Ejército israelí y civiles armados están buscando edificio por edificio para encontrar al atacante.

Reacciones diplomáticas

No se había visto algo así desde el 2016 cuando hubo un tiroteo en un pub de la calle Dizengoff. Dos personas murieron y varias resultaron heridas. Días después, la policía mató al supuesto atacante, un ciudadano israelí de origen palestino. El del 2022 es el cuarto atentado en Israel en dos semanas. El pasado 22 de marzo, cuatro israelís fueron asesinados en un ataque con cuchillo y atropello en Beersheba, al sur del país. Cinco días después, dos policías murieron en un tiroteo en Hadera. Estos dos primeros atentados fueron reivindicados por Estado Islámico, haciendo saltar las alarmas de las autoridades israelís sobre un problema que creían ya enterrado. Solo pasaron tres días hasta que cinco personas perdieron la vida en otro tiroteo en Bnei Brak.

Por su parte, el alcalde de Tel Aviv, Ron Huldai, se ha desplazado a la zona del tiroteo. Allí se ha encontrado con manchas de sangre en el suelo, cristales rotos, sillas y mesas tumbadas. Pese a las recomendaciones de las autoridades, muchas personas seguían en la calle Dizengoff. Poco después, han empezado a llegar las reacciones diplomáticas en Twitter. El embajador de la Unión Europea en Israel, Dimiter Tzantchev, ha afirmado estar "profundamente preocupado por las informaciones sobre otro ataque terrorista contra civiles israelís, esta vez en el corazón de Tel Aviv; escalofriante". El representante estadounidense, Tom Nides, también se ha mostrado "horrorizado de ver otro ataque terrorista cobarde en civiles inocentes".

Sin saber la identidad del atacante ni reivindicar el tiroteo, Hamás también se ha pronunciado. "Las operaciones de resistencia son una respuesta natural a los crímenes de Israel contra el pueblo palestino", ha afirmado el oficial de la milicia palestina, Mushir al Masri, a Al Jazeera.