China se enfrenta al mayor brote de casos de covid desde la primera ola de la pandemia. Las autoridades confinaron este viernes a los nueve millones de habitantes de Changchun después de que la ciudad superara la barrera de los 1.000 contagios, una cifra que no se alcanzaba desde el comienzo de la crisis sanitaria en Wuhan, en 2020.

Los ciudadanos de Changchun, centro manufacturero en el noreste del país, tienen que permanecer en sus casas y solo una persona por hogar puede salir del domicilio una vez cada dos días por razones de peso. Además, de prohibir los desplazamientos innecesarios, la ciudad ha vuelto a implantar el teletrabajo y someterá a tres pruebas PCR a todos los residentes. En todas las urbanizaciones se creará una especie de burbuja a la que solo tendrá acceso el personal de apoyo para proveer de bienes básicos a los vecinos.

Las autoridades locales tomaron la drástica decisión después de que este viernes se registraran 1.369 casos, casi todos de la variante ómicron. De este total, las autoridades censaron 158 casos importados y 814 casos asintomáticos.

Los casos asintomáticos siguen al alza

Las autoridades sanitarias asocian la tendencia al alza de los registros asintomáticos al aumento de la incidencia de la variante ómicron y a la alta tasa de vacunación del país: el 87,4% de la población ya ha sido completamente inmunizada.

El confinamiento de Changchun es el de mayor magnitud anunciado por China desde del impuesto en Xian a finales del 2021. En esa metrópolis del norte del país fueron puestos en cuarentana 13 millones de habitantes después de que se reportaran 143 casos positivos en 13 días.

Tolerancia cero

Al margen del brote de Changchun, China notificó el pasado 18 de febrero 60 nuevas infecciones. Una semana después reporto 104 y dos semanas después, 117. Este viernes fueron 1.211, repartidas por 17 de las 31 provincias del país, la mayoría en la costa oriental. Aunque la cifra es muy inferior en comparación con las de otros países, las cifras superan todos los registros hasta la fecha.

El país asiático adoptó unas medidas de confinamiento muy estrictas para atajar rápidamente la pandemia en la primera de 2020. El gigante asiático logró así controlar el avance de los contagios en gran medida. Hasta la fecha ha reportado un balance oficial de poco más de 100.000 casos en dos años, 4.636 de los cuales letales.