El expresidente de EEUU Donald Trump calificó de "atrocidad" y "vergüenza" que Rusia esté "diezmando" a los ucranianos y señaló que para que "el mundo esté en paz, se necesita un Estados Unidos fuerte" y no uno "débil" como el actual.

Trump habló así al cierre de la penúltima jornada de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), que se celebra en Orlando (centro de Florida) desde el jueves 24 de febrero.

En un discurso con un guión calcado de los de sus mítines electorales, el expresidente subrayó que "perder no es una opción" para los republicanos en las elecciones intermedias de 2022 ni en las de 2024 y que no solo "tienen el deber de ganar" sino de asegurarse que el proceso electoral no sea "amañado".

A lo largo de casi una hora y media de discurso, Trump habló del "gran trabajo", según sus palabras, que hizo como presidente (2017-2021) y del "caos" y el "desastre" causados por el demócrata Joe Biden, e hizo promesas para cuando esté de nuevo en el poder, aunque sin decir expresamente que busca ser candidato en 2024.

Según dijo, Biden ha causado "más daño" en solo 13 meses en la Casa Blanca que "los cinco peores presidentes de Estados Unidos juntos".

Elogio a los "valientes" ucranianos

Hablando de Ucrania volvió a insistir en que si él estuviera ahora en la Casa Blanca, lo que, según dijo, fue impedido con unas elecciones "amañadas" en 2020, el presidente ruso, Vladimir Putin, no hubiese tomado la decisión "cruel" de invadir ese país.

Elogió a los "valientes" ucranianos que están defendiendo a su país del "asalto a la humanidad", como calificó la acción rusa, y presumió de haber sido el presidente de EEUU más duro con Rusia, a pesar de los "bulos" (fake news) que, según dijo, se vertieron por medios "deshonestos" acerca de su supuesta debilidad por Putin.

Según dijo, con George W. Bush en la Presidencia, Rusia invadió Georgia; con Barack Obama, Crimea, y con Joe Biden, Ucrania.

"Soy el único presidente estadounidense del siglo XXI en cuyo mandato Rusia no ha invadido otro país", aseveró, antes de señalar que si él hubiera estado al frente de EEUU, le hubiera sido "muy fácil parar esto" y criticar las "sanciones débiles" impuestas por unos "líderes tontos".

Ante un público entusiasmado que aplaudía y coreaba eslóganes, el dirigente republicano no paró de criticar al presidente de EEUU, Joe Biden, y a su Administración, al tiempo que prometió revertir todas sus políticas "patéticas" y "dañinas".

A por la "tercera" victoria

"Lo hicimos dos veces (contó como victoria la elección "amañada" de 2020) y lo haremos una tercera", dijo en medio de sonoros aplausos.

Una de las muchas cosas que prometió fue completar el muro en la frontera con México en tres semanas para poner fin a la entrada de "millones de inmigrantes ilegales" en el país.

Trump recuperó en este discurso gran parte de la retórica que empleó en la campaña de las elecciones de 2020, incluyendo el lema "Hacer América grande de nuevo" y las referencias a Hillary Clinton, su rival hace dos años, a "drenar la ciénaga" de Washington y a tener a raya a China, a la que, según dijo, exigirá el pago de millones como responsable de la pandemia de covid-19.

Prometió recuperar la independencia energética y la seguridad fronteriza que, según dijo, se han perdido en EEUU a causa de las políticas de Biden en los apenas 13 meses que lleva en el poder.

También hacer que los estadounidenses recuperen la "confianza" en su país, "restablecer" la economía, desagraviar a los militares de haber sido "humillados" con la "rendición" en Afganistán y conseguir que EEUU vuelva a ser respetado en todo el mundo.

Llamamiento a infligir una derrota sonada

El expresidente se refirió en reiteradas ocasiones a Biden y su gobierno como "maligno" y "corrupto" y a la vez como "estúpido", "débil" e "incompetente".

Se explayó al hablar de la "persecución" de la que según dijo es víctima, junto a su familia, allegados y sus seguidores y criticar a los medios "deshonestos" y las redes sociales que le vetaron.

"Van a venir por mí, porque yo estoy aquí plantado por ustedes", subrayó en una aparente referencia a las investigaciones de la que es objeto tanto por razones empresariales como por el asalto al Capitolio por una multitud de seguidores afines que querían impedir que se certificara la victoria electoral de Biden.

Al finalizar instó a los estadounidenses a infligir a los demócratas unas "derrotas tan sonadas" en las elecciones intermedias de 2022 y las presidenciales de 2024 que "nunca más puedan volver" al poder.

Los estadounidenses -aseguró-, "no van renunciar a sus fronteras, su cultura, su fe, sus valores, su historia y su libertad".