La Unión Europea se enfrenta a un momento "decisivo y crítico" debido al desafío de Rusia en el flanco este del continente. Una prueba de que puede actuar como un actor político. Así lo ven los ministros de Exteriores de los Veintisiete que han concluido en Brest (Francia) una reunión informal en la que han vuelto a reafirmar su total apoyo a Ucrania, han rechazado el intento de Moscú de construir "esferas de influencia en Europa" y han amenazado con nuevas sanciones y "consecuencias masivas" si el Kremlin lanza nuevas agresiones contra su vecino.

"No podemos dar marcha atrás en la historia. No podemos reinventar un escenario geopolítico que se ha visto superado por la existencia misma de la UE", ha avisado el alto representante para la política exterior europea, Josep Borrell, frente a las demandas de Moscú, que esta semana ha vuelto a ver rechazada su exigencia de que la OTAN cierre la puerta a los países de la órbita exsoviética como Ucrania o Georgia. Según el jefe de la diplomacia europea, la crisis con Moscú es una ocasión para que la UE se reafirme como actor político. "Ha habido muchas criticas de que la UE no está sentada a la mesa (de negociación)" pero "estoy muy satisfecho con la actitud de Estados Unidos y el secretario general de la OTAN", ha celebrado. 

Según Borrell, si Rusia quiere hablar solo con Estados Unidos y la OTAN es normal que lo haga pero ambas actores "tienen claro" que si se trata de hablar sobre la seguridad en Europa "es algo que hay que acordar con los europeos" y "si las negociaciones deben continuar, lo que parece no es el caso, seguro que los europeos participarán. (Lo contrario) sería inconcebible", ha dicho el político español subrayando que el intento del Kremlin de dividir a occidente no ha tenido éxito. "Los rusos han querido dividirnos y no lo han logrado. Es evidente que Rusia ha intentado dividirnos, pasando por encima de Europa como si no existiéramos. Pero Estados Unidos no ha jugado a ese juego. Hemos sido un frente común", ha asegurado.

La reunión entre los Veintisiete ha coincidido con una nueva agresión contra Kiev, esta vez en forma de ciberataque y las web gubernamentales como objetivo. Un tipo de acción que "contribuye a escalar aun más una situación ya tensa". Un ejemplo que ha utilizado para reiterar el apoyo y la solidaridad sin fisuras de la UE con el Gobierno ucraniano y la advertencia de que cualquier ataque tendrá un coste severo y consecuencias masivas. Aún así, Bruselas sigue confiando en el diálogo como vía de solución y tiende la mano a Moscú. "La UE está preparada para responder a cualquier agresión pero nuestro camino natural es el diálogo y la negociación", ha insistido Borrell.