Hacía más de 10 años que Mahmud Abás no se reunía con un alto funcionario israelí en Israel. Este martes por la noche, el líder de la Autoridad Palestina (AP) visitó las afueras de Tel Aviv, en concreto la casa de Benny Gantz, el ministro de Defensa israelí. Durante esta reunión, Gantz ha anunciado la implementación de una serie de medidas destinadas a apoyar a una AP en debacle económica y a facilitar la vida cotidiana de la sociedad palestina. Las autoridades israelís destinarán más de 28,5 millones de euros, unos 100 millones de shekels, a reflotar la maltrecha economía palestina.

Las “medidas de fomento de la confianza” anunciadas por la oficina de Gantz incluyen la transferencia de pagos de impuestos a la Autoridad Palestina, la autorización de cientos de permisos para comerciantes palestinos y personalidades importantes y la aprobación del estatus de residencia para miles de palestinos en Cisjordania y la Franja de Gaza. “Discutimos la implementación de medidas económicas y civiles, y enfatizamos la importancia de profundizar la coordinación de seguridad y prevenir el terror y la violencia, para el bienestar tanto de israelíes como de palestinos”, tuiteó el ministro. 

A su vez, Israel legalizará el estatus de 9.500 palestinos y extranjeros indocumentados que viven en Gaza y Cisjordania. Las autoridades hebreas controlan el registro de la población palestina y a lo largo de los años, sus políticas han dejado a miles de personas sin estatus legal, limitando gravemente su libertad de movimiento, incluso dentro de los territorios ocupados. Muchas de estas personas llegaron del extranjero para casarse con palestinos y vivir en territorio palestino, pero Israel no reconoce la “unificación familiar”, el derecho legal de los palestinos a vivir con cónyuges extranjeros.

Para reducir el déficit de la AP, Israel prestará unos 100 millones de shekels de los impuestos que recauda en nombre de Ramala. Está en manos de la administración israelí el cobro de tasas a los palestinos por valor de cientos de millones de dólares como parte de los acuerdos de paz provisionales firmados en los 1990. Aunque son una fuente clave de financiación para la AP, Israel lleva años reteniendo estos fondos. De esta forma, intenta castigar a Ramala por los pagos que hace a las familias cuyos familiares han muerto o han sido heridos o encarcelados en el conflicto. Según Israel, este dinero incentiva el terrorismo. 

Violencia en Cisjordania

Durante las últimas semanas, la violencia ha aumentado en los territorios ocupados. Mientras los palestinos llevan a cabo ataques solitarios en Jerusalén o en los asentamientos ilegales, los colonos siguen agrediendo a la población palestina de la Cisjordania ocupada. Gantz y Abás han abordado este tema con el objetivo de construir un “horizonte político que construya una solución política”, ha tuiteado Husein el Sheikh. Este funcionario palestino responsable de gestionar los vínculos de Israel también estuvo presente durante el encuentro como asesor de Abás. 

“No habría invitado a mi casa a alguien que pague sueldos a los asesinos de israelís y también quiere poner en prisión oficiales del Ejército israelí en La Haya, incluido el propio anfitrión”, ha criticado el ministro de Vivienda, Zeev Elkin, en Radio 103 FM. Según el político derechista del partido Nueva Esperanza, no todos los ministros del gabinete habían sido notificado con antelación sobre la reunión. Elkin hace referencia a una campaña impulsada por Abás que insta a que los funcionarios de seguridad israelíes, incluido Gantz, un antiguo jefe de estado mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), sean procesados por la Corte Penal Internacional como criminales de guerra.

Proceso de paz moribundo

También Hamás ha criticado a Abás por reunirse con Gantz, un hecho “reprobable y condenable”. “Este es un ataque al levantamiento que ocurre en Cisjordania”, ha denunciado el portavoz del grupo, Hazim Qasim, apuntando a una serie de ataques recientes contra soldados y civiles israelíes. El primer ministro de Israel, Naftali Bennett, es un firme opositor de las negociaciones de paz. En el gobierno desde junio, no se ha reunido con Abás siguiendo la política de su predecesor Binyamin Netanyahu

En 2010, el líder palestino se reunió con Netanyahu en su residencia oficial para las conversaciones de paz. Desde entonces, el proceso de paz lleva una década estancado. Bennett sí que considera importante reforzar a la Autoridad Palestina para contrarrestar el apoyo popular creciente a Hamás, que gobierna de facto en Gaza. “Si la AP es más fuerte, Hamás será más débil; cuando la AP tenga más capacidad para hacer cumplir el orden, habrá mayor seguridad y nuestra mano será menos necesaria”, afirmó Gantz a finales de agosto.