Todos a su alrededor aplaudían, entusiasmados, ante las palabras del líder, pero él, escondido detrás de su máscara tapabocas, callaba sentado. Sus compañeros de bancada y partido seguían aplaudiendo, pero sus manos —solo las suyas— estaban quietas, recogidas encima de su falda. Lütfi Elvanministro del Tesoro y Finanzas turco, no reaccionaba ante las palabras del presidente, Recep Tayyip Erdogan.

“Los tipos de interés son la causa y la inflación es el resultado. Nuestros amigos que defienden los tipos de interés no tendrían que ofenderse, pero no podemos caminar con ellos. ¿Qué les está pasando a nuestros amigos?”, decía y se preguntaba Erdogan, sin referirse a nadie en particular pero refiriéndose a él, el que en ese momento no aplaudía. 

Desde ese día, hace un par de semanas, su marcha estaba cantada. En la madrugada de este jueves ha sido consumada: en plena crisis económica turca, con la lira, la moneda del país, en mínimos históricos, la dimisión de Elvan ha sido aceptada por el presidente. Elvan, que fue puesto en el cargo el otoño pasado en sustitución del yerno de Erdogan, solo ha durado en su cargo un año: de noviembre a noviembre.

Según la prensa turca, el ministro, visto como un tecnócrata, no estaba cómodo con las teorías económicas del presidente turco, que defiende, como dice en cada discurso, que los tipos de interés son los causantes de la inflación. La teoría económica dice absolutamente lo contrario, que los tipos de interés sirven para enfriar la economía y eso, al tiempo, acaba reduciendo la inflación.

Pero Erdogan insiste, lo que ha hecho que la lira esté, en los últimos meses, en una caída en picado. En lo que llevamos de 2021, la lira ha caído un 45%; y la mayoría de esta bajada ha sido este último mes, ante la insistencia del presidente turco en su teoría heterodoxa: cada vez que Erdogan habla, la lira cae. La razón es que los mercados internacionales pierden la confianza.

Todo esto hace que, con una inflación desbocada, el malestar de la población aumenta. En setiembre, por ejemplo, el salario mínimo turco equivalía a 350 euros. Ahora equivale a 235 euros. En Estambul, donde los precios del alquiler se han disparado, el 80% de este salario se esfuma con la vivienda.

“Dios mío, hazlo fácil”

En el lugar del ya retirado ministro, Erdogan ha colocado a Nureddin Nebati, hasta ahora viceministro de Finanzas y que tiene estudios de relaciones internacionales y ciencias políticas, pero no de economía. Nebati es uno de los máximos defensores dentro del gobierno de las teorías económicas de Erdogan.

“Dios mío, hazlo fácil… No lo hagas difícil, dios mío, que salga bien. Danos la verdad en nuestro trabajo, tráenos el éxito. Que Dios me dé la habilidad para llevar a cargo el deber de ser ministro del Tesoro y Finanzas que nuestro presidente me ha encomendado”, ha tuiteado Nebati este jueves por la mañana.