La tragedia en el canal de la Mancha, donde el miércoles murieron ahogadas 31 personas migrantes, amenaza con desembocar en una crisis diplomática entre Francia y Reino Unido. Tras las lágrimas de cocodrilo del miércoles y el cruce de declaraciones del jueves, la tensión entre París y Londres ha subido un peldaño más en las últimas horas. El gobierno francés anuló la presencia de la ministra del Interior británica, Priti Patel, en una reunión con otros países prevista para el domingo. Una decisión tomada en represalia a la publicación el jueves por la noche en Twitter de una polémica carta de Boris Johnson.

El “premier” conservador exigía al presidente Emmanuel Macron que Francia se haga cargo de los migrantes que llegan al Reino Unido desde el territorio galo. “Propongo que impulsemos un acuerdo bilateral de readmisión para permitir el retorno de todos los migrantes ilegales que cruzan la Mancha”, aseguraba Johnson en su misiva. En este texto, recordaba que “la UE ha llegado a acuerdos de readmisión con países como Bielorrusia y la Federación de Rusia”. “Esperamos que un acuerdo de este tipo también se pueda alcanzar rápidamente con Reino Unido”, añadía.

Tanto el contenido como las formas en la publicación de la carta indignaron a las autoridades francesas. “Estoy sorprendido por estos métodos que no son serios”, criticó Macron el viernes por la mañana. El hecho de haber enviado esta misiva resulta “una decepción”, pero haberla publicado aún es “peor”, advirtió el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin. También anunció que retiraban la invitación a Pratel en la reunión interministerial del domingo, en que participarán Francia, Bélgica, Holanda, Alemania y la Comisión Europea.

Otro capítulo más en las turbulencias entre Londres y París

La tragedia del miércoles, que se produjo al naufragar una embarcación precaria con migrantes (del Kurdistán iraquí e iraní la mayoría de ellos), representa la peor de este tipo en el canal de la Mancha en los últimos años. Aunque Francia y Reino Unido comparten la misma política migratoria represiva y focalizada en combatir las redes de traficantes, este drama humano ha propiciado otro capítulo más en las turbulencias entre Londres y París.

Las relaciones entre ambos países no han dejado de empeorar en los últimos meses a causa de la crisis de los submarinos, las tensiones pesqueras y la llegada creciente de migrantes al territorio británico desde el francés. Unas heridas en distintos frentes que siguen supurando y sin estar resueltas. Así lo reflejan las acciones de bloqueos este viernes por parte de pescadores franceses en los puertos de Calais y Saint-Malo.

Travesías marítimas en aumento

Pese a las discrepancias entre el ejecutivo francés y el británico, comparten el mismo grado de responsabilidad en la preocupante situación en la Mancha, sobre todo a nivel humanitario. Su gestión migratoria con puño de hierro ha favorecido que los migrantes y refugiados intenten la peligrosa travesía marítima. En los últimos años, se multiplicaron las medidas de seguridad en el túnel de la Mancha y el puerto de Calais, donde abundan las barreras con alambres de espinos. Según las asociaciones presentes en la zona, la policía francesa acosa a los migrantes que viven allí en pésimas condiciones, rompiendo las tiendas de campaña y dificultando las distribuciones de alimentos.

Todo esto dificulta que los migrantes puedan colarse en algún camión para llegar a Reino Unido. Por este motivo, apuestan por cruzar el mar en barcas hinchables o incluso en canoas de piragüismo. Esta tendencia empezó en 2018, pero se acentuó este año. En 2021, 31.500 migrantes zarparon desde las costas francesas en dirección al litoral inglés y 7.800 fueron rescatados en alta mar. Antes de la tragedia del miércoles, había habido cuatro muertos y tres desaparecidos a causa de estas travesías. Un fenómeno inquietante que amenaza con convertir el canal de la Mancha en una inmensa fosa común como ya ha sucedido con el Mediterráneo.