El primer ciudadano chino extraditado a Estados Unidos por cargos de espionaje ha sido declarado culpable de un intento de robo de secretos comerciales, según informó el Departamento de Justicia norteamericano. El condenado, Yanjun Xu, ha sido hallado culpable de dos cargos de conspiración e intento de cometer espionaje económico, y dos cargos de intento de robo de secretos comerciales, lo que le puede suponer una pena máxima de 60 años de cárcel y a multas por valor de unos cuatro millones de euros.

Según los documentos judiciales y las pruebas presentadas, a partir de diciembre de 2013, Xu utilizó varios alias para apuntar a empresas concretas en Estados Unidos y en el extranjero "que son reconocidas como líderes en el campo de la aviación". El espía identificó a expertos que trabajaban para las empresas y les reclutó para viajar a China, a menudo inicialmente con el pretexto de que viajaban para dar una presentación en una universidad.

Motores de aviación

Según la señala el tribunal, Xu aprovechó estas relaciones para "intentar robar tecnología relacionada con el ventilador de motor de avión exclusivo de GE Aviation, que ninguna otra compañía en el mundo ha podido duplicar, para beneficiar al Estado chino", ha indicado el Departamento de Justicia. Xu, que acabó arrestado en Bélgica en 2018 cuando intentaba contactar con un empleado.

"Se trata de un acto de espionaje económico patrocinado por el Estado de la República Popular China diseñado para robar tecnología estadounidense y dejar a los estadounidenses sin trabajo. Para quienes duden de los objetivos de China, nos encontramos ante una llamada de atención", ha declarado el director adjunto del FBI, Alan Kohler Jr. "Nos están robando tecnología estadounidense para su beneficio económico y militar", ha denunciado Kohler Jr.