Los diputados franceses aprobaron por unanimidad esta madrugada una proposición de ley para prohibir las terapias de conversión de homosexuales, muy extendidas entre la extrema derecha y en ámbitos religiosos.

La proposición, que ahora tiene que ser aprobada en el Senado, prevé un delito contra los supuestos terapeutas que puede ser penado con hasta dos años de cárcel y 30.000 euros de multa, e incluso tres años de cárcel en caso de reincidencia.

En el punto de mira de la ley están las "prácticas, comportamientos o declaraciones repetidas destinadas a modificar o reprimir la orientación sexual o la identidad de género" de una persona con el fin de "alterar su salud física o mental".

Presentada por el partido macronista y apoyada por el Gobierno, la proposición de ley contó con el respaldo de todos los partidos.

Entre las prácticas que pretende perseguir figuran la hipnosis aplicada a homosexuales, la abstinencia o el exorcismo.

La ley puede no ser aprobada de forma definitiva si el Senado no acelera su adopción, puesto que en febrero próximo se cierra el periodo de sesiones para dar paso a la campaña presidencial.