Los delegados nucleares de Corea del Sur y EEUU trataron hoy en Seúl el posible envío de ayuda humanitaria a Corea del Norte, país que atraviesa una grave situación económica y con el que se quiere volver a retomar las conversaciones sobre desnuclearización.

"Hemos hablado sobre posible asistencia humanitaria a la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial del Norte) y reafirmamos el apoyo de EE.UU. para las relaciones intercoreanas y el diálogo según se estipula en la declaración conjunta entre nuestros dos líderes en mayo", explicó el delegado estadounidense, Sung Kim, tras la reunión.

"Continuaremos prestando nuestro apoyo a los proyectos de cooperación humanitaria", añadió Kim en declaraciones que recogió la agencia Yonhap al término de su encuentro con su homólogo surcoreano, Noh Kyu-duk.

Desde diversos frentes se está solicitando abrir vías para evitar que las sanciones que pesan sobre el régimen por sus pruebas de armas bloqueen el envío de ayuda humanitaria a Corea del Norte, a quien la ONU ha pedido a su vez que permita la entrada de los trabajadores de sus organizaciones.

Corea del Norte mantiene cerradas sus fronteras a cal y canto desde enero de 2020, para evitar la entrada de la COVID-19 en su territorio.

Esto ha impedido la entrada y salida de mercancías del país, de ingresos vitales como los que generaban el turismo o la inversión extranjera y también de diplomáticos o trabajadores humanitarios que debían reemplazar a compañeros cuyos periodos de estancia han terminado.

A esto hay que sumar las fuertes lluvias que han golpeado al país en los dos últimos años, generando importantes daños en infraestructura, además de malograr cosechas enteras.

La reunión entre Kim y Noh se produce en un momento en el que Seúl y Washington celebran maniobras militares conjuntas, algo que ha llevado al régimen norcoreano, que considera estos ejercicios como un ensayo para invadir su territorio, a interrumpir una vez más la comunicación telefónica con el Sur apenas dos semanas después de reiniciarla.

Kim insistió en que los ejercicios son "de rutina y puramente defensivos" y subrayó lo que ya dijo en su última visita a Seúl en junio: "Sigo dispuesto a reunirme con mis homólogos norcoreanos en cualquier parte y cuando sea".

Las conversaciones sobre desarme entre Washington y Pionyang llevan estancadas desde la fracasada cumbre de Hanói de febrero de 2019.

Kim tiene también previsto reunirse hoy en Seúl con el vicecanciller ruso, Igor Morgulov, que también es el delegado de Moscú en materia de desarme nuclear en la península coreana.