El alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, afirmó hoy que los talibanes "han ganado la guerra" en Afganistán y que hay que "tratar con ellos".

"No es cuestión de reconocimiento oficial, sino de tratar con ellos (...) al mismo tiempo permaneciendo vigilantes naturalmente sobre el respeto de las obligaciones internacionales aceptadas por los diferentes Gobiernos afganos durante más de 15 años", indicó Borrell en una rueda de prensa al término de una videoconferencia de ministros de Exteriores de la UE para abordar la crisis afgana.

En una declaración respaldada por los Veintisiete y publicada tras la reunión, Borrell destaca que “la cooperación con cualquier futuro gobierno afgano estará condicionada a un acuerdo pacífico e inclusivo y al respeto de los derechos fundamentales de todos los afganos”, incluidos mujeres, jóvenes y minorías.

También al respeto de las obligaciones internacionales de Afganistán, el compromiso de combatir la corrupción y evitar el uso de su territorio por organizaciones terroristas.

El jefe de la diplomacia comunitaria aseguró que la UE va a emplear “toda su influencia económica y política” para ayudar a la población afgana.

En cualquier caso, Borrell dijo “no haber tenido tiempo” para entrar en contacto con los talibanes, aunque sí prevé reforzar la delegación de la UE en Kabul “no para sacar a la gente fuera, sino para meter a gente dentro, a fin de poder perseguir un diálogo con los talibanes por razones prácticas”.

Como ejemplo, citó que “llevar a 400 personas de sus casas al aeropuerto, para coger diferentes aviones, en diferentes momentos, en grupos diferentes, es una operación que no se puede implementar sin cierto tipo de acuerdo con los talibanes”.

Según la declaración respaldada por los ministros, la UE considera de “la mayor importancia” la seguridad de todos los ciudadanos comunitarios en Afganistán, así como del personal local que trabaja para la Unión o sus Estados miembros.

Cumbre en Bruselas esta tarde sobre Afganistán. EFE

La OTAN culpa a los políticos afganos del colapso

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, culpó este martes a los dirigentes afganos de que el país sucumbiera a manos de los talibanes y de no haber sido capaces de lograr una solución pacífica. 

"Parte de las fuerzas afganas combatieron valientemente, pero no fueron capaces de mantener seguro el país porque, al final, los líderes políticos fracasaron en hacer frente a los talibanes y lograr la solución pacífica que los afganos querían desesperadamente", indicó Stoltenberg en una rueda de prensa. 

"Este fracaso de los líderes políticos afganos ha llevado a la tragedia que estamos presenciando", agregó. 

El político noruego, que se dijo "profundamente entristecido" por la situación en la que se encuentra Afganistán tras 20 años de presencia militar aliada allí para combatir al terrorismo internacional y tratar de formar a las fuerzas de seguridad afganas, aseguró que la Alianza se enfrentaba a un "serio dilema". 

"O irnos y correr el riesgo de ver que los talibanes recuperaban el control, o quedarnos y arriesgarnos a renovados ataques y a una misión de combate abierta", señaló. 

Stoltenberg recordó que "nunca fue nuestra intención permanecer en Afganistán para siempre", y que en los últimos años la OTAN pasó de tener en el país asiático más de 100.000 tropas a menos de 10.000 "y, ahora, cero". 

"Pero lo que hemos visto en las últimas semanas ha sido un colapso militar y político a una velocidad que no se había anticipado", resumió. 

Stoltenberg también explicó que la OTAN se centra ahora en garantizar la "salida segura" del personal de países aliados y socios, así como de "los afganos que nos han ayudado". 

Unos 800 trabajadores civiles de la Alianza permanecen en Afganistán para asegurar "funciones clave en un entorno de desafíos", como el control del tráfico aéreo, el repostaje y las comunicaciones, mientras que fuerzas militares en particular de Turquía, Estados Unidos y el Reino Unido juegan un "papel vital" para proporcionar seguridad al aeropuerto de Kabul.  

Según dijo, la OTAN también mantiene presencia diplomática que trabaja estrechamente con los aliados para coordinar y facilitar las evacuaciones, que espera que concluyan "lo antes posible". 

Stoltenberg pidió a los talibanes "tolerar y respetar la salida de quienes deseen marcharse", e instó a que aeropuertos y carreteras permanezcan abiertos. Asimismo, solicitó que haya una transferencia de poder a un "gobierno inclusivo, sin venganza ni castigos, que respete los derechos humanos de todos los afganos y no reinstaure el reino del terror".