Los talibanes se han hecho durante las últimas horas con el control de dos pasos fronterizos con Irán y Turkmenistán, en el noroeste del país, en el marco de sus avances territoriales de las últimas semanas, según han confirmado las autoridades locales.

Nisar Ahmad Naseri, director de Aduanas de la provincia de Herat, ha indicado que las actividades en el puesto de Islam Qala, en la frontera con Irán, han quedado suspendidas después de que los insurgentes hayan tomado el control de la localidad.

Fuentes provinciales citadas por la cadena de televisión afgana Tolo TV han indicado que los trabajadores de aduanas y un gran número de miembros de las fuerzas de seguridad han cruzado la frontera con Irán ante la llegada de los talibanes.

Asimismo, el portavoz de los talibanes, Zabihulá Muyahid, ha asegurado a través de su cuenta oficial en la red social Twitter que los insurgentes se han hecho con el control del puesto de Torghundi, en la frontera con Turkmenistán, así como con el resto de la localidad.

Los insurgentes se hicieron recientemente con zonas cercanas a la frontera con Tayikistán, forzando a más de mil militares a cruzar al país vecino y provocando que Dusambé movilizara a 20.000 reservistas hacia la zona para intentar garantizar la seguridad.

Los avances en los talibanes tienen lugar a pesar de las conversaciones de paz con el Gobierno afgano en Doha y en medio del repliegue de tropas internacionales, que deberá concluir el 11 de septiembre, lo que ha generado dudas sobre la capacidad de las fuerzas de seguridad afganas de hacer frente a los insurgentes.

Estados Unidos adelanta su retirada

El jefe de la Casa Blanca, Joe Biden, ha adelantado este jueves que la presencia de las tropas estadounidenses en Afganistán concluirá el 31 de agosto, más de una semana antes de la fecha inicial prevista, el 11 de septiembre, cuando se cumplirían veinte años del ataque a las Torres Gemelas, que derivó en la que es ya la guerra más larga de Estados Unidos.

"No fuimos a Afganistán para construir una nación", ha reconocido el presidente Biden, sino, ha enumerado, para acabar con los terroristas que atacaron aquel 11 de septiembre el corazón de Estados Unidos, ajusticiar a Osama bin Laden y acabar con la amenaza que supone Al Qaeda para la seguridad estadounidense.

"El 'status quo' no era una opción. Quedarse hubiera significado que las tropas estadounidenses sufrieran bajas. Hombres y mujeres estadounidenses en medio de una guerra civil", ha apuntado Biden, quien deja "la responsabilidad" de dirigir su propio destino al "pueblo afgano", pues es su "derecho".

Esta semana, el Pentágono ya anunció que la retirada se había completado a un 90 por ciento, con la entrega de hasta siete instalaciones a las fuerzas de seguridad afganas, que en las últimas semanas está haciendo frente a un avance de los talibanes, quienes se han apoderado de amplias regiones, sobre todo en el norte.

"Los talibanes están en su momento más fuerte militarmente desde 2001", ha asegurado Biden durante una comparecencia con la prensa desde la Casa Blanca. Por ello, ha señalado, no descarta que puedan hacerse con el control de Afganistán.

"No es inevitable", ha dicho, aunque, confían en los "300.000 soldados afganos bien equipados, tan buenos como cualquier ejército del mundo y su Fuerza Aérea" sean suficientes "contra unos 75.000 talibanes".

Aunque la Casa Blanca ha asegurado que saldrá de Afganistán, ya han matizado en varias ocasiones que mantendrán al menos una dotación para proteger su Embajada y que seguirán brindando su apoyo al Gobierno de Kabul, tanto en materia de seguridad, como económica y humanitaria, así como a los países de la región, con quienes están dialogando sobre cómo seguir con esta colaboración.