El primer ministro británico, Boris Johnson, reiteró este domingo que hará "todo lo que haga falta" para preservar la integridad territorial de su país, en referencia al contencioso sobre Irlanda del Norte que mantiene con la Unión Europea.

En la rueda de prensa de clausura de la cumbre del G7 en Cornualles (suroeste de Inglaterra), el jefe del Gobierno británico dijo que solucionará el problema con la UE y que hará lo necesario para que su país mantenga su integridad, pero insistió en que los líderes de las economías más desarrolladas han encontrado grandes acuerdos en otros campos.

Johnson se mostró incómodo ante las preguntas formuladas por los periodistas británicos acerca de las consecuencias del Brexit, y prefirió destacar el "fantástico grado de armonía" que ha habido entre los líderes de las siete democracias más desarrolladas del mundo. El tema de Irlanda del Norte "ha ocupado una parte ínfima de las conversaciones", dijo, antes de repetir que "es trabajo del Gobierno mantener la integridad territorial del Reino Unido" y que en ese sentido hará "todo lo haga falta" por protegerla.

La cumbre del G7 se ha visto dominada por el contencioso entre la UE y el Reino Unido por la aplicación de los controles fronterizos entre la isla de Gran Bretaña e Irlanda del Norte previstos en el protocolo norirlandés, suscrito por ambas partes en el momento de la salida del club comunitario.

En la última polémica al respecto, el ministro británico de Exteriores, Dominic Raab, acusó este domingo a "muchos líderes europeos" de sostener "repetidamente" que Irlanda del Norte no forma parte del Reino Unido. Según el dominical 'The Sunday Telegraph', el presidente francés, Emmanuel Macron, cuestionó que Irlanda del Norte fuese parte del Reino Unido en una reunión bilateral con Johnson.

Macron: "Johnson sabía que había problemas"

A este respecto, Macron dijo que Boris Johnson sabía que habría problemas con los controles fronterizos al firmar el protocolo sobre Irlanda del Norte, pero pese a todo lo hizo y "ahora debe cumplir con lo acordado".

En una rueda de prensa tras participar en la cumbre del G7, Macron recordó que, al llegar al poder, Johnson no quiso conservar el arreglo que había alcanzado su predecesora, Theresa May, sobre Irlanda del Norte, "que era una forma de preservar la integridad territorial del Reino Unido", y firmó un protocolo del que conocía los problemas.

"No hay que enviar a la Unión Europea las incoherencias que conocemos desde el principio. Todo el mundo se tiene que calmar", dijo Macron. Para el dirigente francés, el respeto a su soberanía que reclama el Reino Unido "no puede tener como consecuencia el no respeto a la libre circulación de bienes y mercancías entre los países de la Unión Europea".

"Francia nunca ha puesto en duda la integridad territorial británica. Es cierto que el Brexit ha ocupado miles de horas de los europeos, ningún otro país nos ha hecho perder tanto tiempo en el respeto de su soberanía", señaló Macron al ser preguntado respecto a la polémica.