El Gobierno italiano, encabezado por el primer ministro, Giuseppe Conte, ha superado este lunes la cuestión de confianza presentada ante la Cámara de Diputados en plena crisis abierta tras el desplante de Matteo Renzi.

La Cámara Baja ha dado así su apoyo a Conte con 321 votos a favor, 259 en contra y 27 abstenciones, según informaciones del diario 'La Repubblica'. El 'sí' definitivo queda ahora en manos del Senado, donde el Gobierno se someterá a otra cuestión de confianza este martes.

La larga jornada en el Palacio de Montecitorio comenzó a las 12.13 de la mañana, cuando el primer ministro intervino en la Cámara y pidiendo el apoyo de aquellos que tienen "en el corazón el destino de Italia". En su discurso, no obstante, Conte ha roto definitivamente con Renzi, al que ha criticado por "abrir una crisis" en plena pandemia al considerar, además, que la confianza es "irrecuperable".

"No tiene fundamento", ha aseverado antes de señalar que "el futuro del país depende de la decisión" de los diputados. "Mi proyecto, con una fuerte vocación europeísta, es claro para un país moderno", ha manifestado el mandatario durante su discurso, que ha durado unos 55 minutos y en el que Conte ha abogado por aprobar una ley electoral proporcional.

Así, ha especificado que "la modificación del sistema electoral debe ir acompañada también de algunas reformas constitucionales que incluya la reducción del número de parlamentarios".

Sin embargo, el líder de la Liga, Matteo Salvini, que aboga por la celebración de elecciones, ha acusado a Conte de estar "en Marte". "Conte dice que tiene que permanecer en el Gobierno para sacar adelante las demandas de los italianos, empezando por una ley electoral proporcional. (...) Bien, es oficial, ahora vive en Marte", ha dicho.

La gota que colmó el vaso de Renzi, que rompió el Gobierno el miércoles pasado al anunciar la salida de las dos ministras de Italia Viva del Ejecutivo, fue el desencuentro por el plan de recuperación europeo y, tanto en público como en privado, Conte lamenta que el país se encuentre de nuevo al borde del abismo político en un momento especialmente delicado por la pandemia de COVID-19.

Según Conte, la salida de Renzi ha provocado "consternación" en todo el país, pero ha defendido que no es momento de tirar la toalla. Sigue dispuesto a liderar Italia en esta "fase decisiva" y a "fortalecer" su equipo, para lo cual ha emplazado igualmente a la oposición a actuar de forma "constructiva".