El actual jefe de la cartera de Economía del gobierno de la provincia de Buenos Aires, Hernán Lacunza, será el nuevo ministro de Hacienda de Argentina tras la renuncia de Nicolás Dujovne, confirmaron a Efe fuentes gubernamentales.

Dujovne presentó su dimisión en una carta dirigida al presidente argentino, Mauricio Macri, tras el terremoto financiero desatado la última semana en los mercados locales en una reacción adversa de los inversores a la derrota del oficialismo en las primarias del pasado domingo.

El Gobierno argentino no ha informado hasta el momento cuándo será la toma de posesión de Lacunza, quien es licenciado en Economía y antes de dirigir la cartera bonaerense del área se desempeñó como gerente general del Banco Central, y del Banco Ciudad.

En su misiva, Dujovne señaló que renunció convencido de que, en virtud de las circunstancias, la gestión que lidera Macri "necesita una renovación significativa en el área económica".

"Considero que mi renuncia es coherente con la pertenencia a un Gobierno y espacio político que escucha a la gente, y que actúa en consecuencia", añadió.

Dujovne apuntó que ha habido "logros en la reducción del déficit y del gasto público, en la reducción de impuestos distorsivos en las provincias, en recuperar el federalismo".

Y que también, "sin duda, hemos cometido errores, que nunca dudamos en reconocer e hicimos todo lo posible por corregir", apuntó.

"Espero que nuestro querido país pueda finalmente torcer un rumbo de décadas de fracasos y alcanzar el objetivo del desarrollo económico y de eliminación de pobreza", afirmó en su carta de renuncia.

Dujovne, que estaba al frente de la cartera de Hacienda desde enero de 2017, no tuvo comparecencias públicas desde el inicio el pasado lunes de la nueva crisis financiera, que hizo desplomar a los activos argentinos y apreciar fuertemente al dólar estadounidense frente a la moneda local.

Medios locales daban cuenta desde el pasado jueves de rumores sobre una inminente salida de Dujovne, quien tuvo a su cargo el Ministerio de Hacienda en un momento complejo para la economía argentina que, tras haber crecido un 2,7 % en 2017, entró en recesión en abril de 2018, con una sucesión de sobresaltos cambiarios que pronto se contagiaron a todos los sectores de la actividad.

En medio de la crisis, Dujovne negoció y selló con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un acuerdo a tres años para un auxilio financiero por 56.300 millones de dólares, bajo el compromiso de un fuerte ajuste fiscal.

El PIB cayó un 2,5 % en 2018 y, de acuerdo a los últimos datos oficiales disponibles, la actividad económica acumuló en los primeros cinco meses del año una caída interanual del 3,1 %.

La recesión se combina con una alta inflación, del 47 % en 2018, con un alza acumulada en los primeros siete meses de este año del 25,1 % y que los expertos vaticinan que podría rondar el 50 % este año a partir de la inestabilidad desatada en los últimos días.

Según analistas y buena parte del espectro político, este escenario de recesión y alta inflación, con índices de pobreza y desempleo en alza, han influido en gran medida en el revés electoral sufrido en las primarias del domingo por el presidente Mauricio Macri, quien aspira a la reelección en los comicios del 27 de octubre.

El jefe de Estado ha adoptado en los últimos días una serie de medidas económicas para paliar los efectos de la hecatombe financiera, que golpea el poder adquisitivo de los argentinos.

Dujovne ha estado ausente de estos anuncios, cuyos detalles técnicos fueron brindados por el propio ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y por el de Producción y Trabajo, Dante Sica.