El Tribunal Federal de la Segunda Región (TRF-2) ha ordenado este lunes poner en libertad al ex presidente brasileño Michel Temer, que quedó detenido el pasado jueves en el marco del caso 'Lavo Jato', que investiga una red de cobro de sobornos a empresarios a cambio de favores políticos.

El juez Antonio Ivan Athié del TRF-2 ha aceptado los recursos de 'habeas corpus' presentados por Temer, su ex ministro de Casa Civil y de Minas y Energía, Wellington Moreira Franco, y otras cinco personas, según informa el periódico brasileño 'O Globo'.

Athié ha argumentado en su resolución que, precisamente por el bien de la 'Operación Lava Jato', las decisiones judiciales "deben observar las garantías constitucionales y las leyes so pena de no estar legitimadas". "No estoy en contra de 'Lava Jato', al contrario, también quiero ver a nuestro país libre de corrupción", ha asegurado.

Temer fue arrestado el pasado jueves junto a otras nueve personas por su presunta implicación en 'Lava Jato'. La Fiscalía le acusa de ser el líder de una 'organización criminal' a la que se habrían prometido pagos de al menos 1.800 millones de reales (unos 400 millones de euros) a través de un complejo entramado de empresas.

"Es una barbaridad", dijo el dirigente del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) sobre su detención en una conversación telefónica que tuvo con el periodista Kennedy Alencar, de la radio local CBN, cuando, según contó él mismo, estaba en compañía de los policías federales.

'Lava Jato'

El caso 'Lava Jato' es el mismo por el que el también ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva fue condenado en 2018 a más de doce años de cárcel. En su caso, se le declaró culpable de aceptar un tríplex de lujo en Sao Paulo como pago de la constructora brasileña OAS a sus favores políticos.

Temer, que ya tiene abiertas varias causas judiciales, llegó al Palacio de Planalto en 2011 como vicepresidente de Dilma Rousseff, pero en 2016, tras el cese fulminante de la líder izquierdista en un juicio político ('impeachment') celebrado en el Congreso, se convirtió en el nuevo presidente.

El dirigente conservador ha ocupado el cargo hasta el pasado 1 de enero, cuando cedió la vara de mando a Jair Bolsonaro. Los medios brasileños contaron que sopesó competir por la reelección pero lo descartó por su baja popularidad a causa de los escándalos de corrupción y la crisis económica.