El presidente de Italia, Sergio Mattarella, ha despertado la ira del ministro del Interior, Matteo Salvini, al expresar su preocupación por un grupo de inmigrantes atrapados en Trapani, a quienes Salvini está impidiendo entrar en el país.

Mattarella contactó con el primer ministro, Giuseppe Conte, por la noche para lamentar la difícil situación de 67 inmigrantes rescatados en el mar y llevados al puerto siciliano. Salvini se había negado a permitir el desembarco.

El barco está en el puerto de Trapani con la aprobación del ministro de Transporte, Danilo Toninelli, pero Salvini ordenó que nadie lo abandonara hasta que se hubiera investigado la presunta conducta violenta de algunos de los migrantes.

Después de recibir la llamada telefónica de Mattarella, Conte ordenó que se permitiera a los inmigrantes salir del barco. Salvini declaró que se había enterado de la actuación del presidente con "remordimiento y asombro".

Las relaciones entre Salvini y Mattarella, quien tiene un papel principalmente ceremonial e interviene en política solo en circunstancias excepcionales, han sido tensas desde la llegada del líder de la xenófoba Liga a la cartera de Interior.

Después de las elecciones de marzo, Mattarella rechazó la solicitud de Salvini de ser nombrado primer ministro, y esta semana se negó a defender al partido después de que un tribunal ordenara que sus fondos fueran secuestrados por un caso de corrupción.