Rusia amenaza con apuntar sus misiles a sus antiguos aliados

Moscú | Otr/ Press

El presidente ruso, Vladimir Putin, abandonará el cargo dejando tras de sí claras advertencias a los países de su entorno, algunos de ellos antiguo aliado de la era soviética. Y es que en su última rueda de prensa anual como inquilino del Kremlin, Putin alertó a Ucrania, Polonia y República Checa de que dirigirá sus misiles contra ellos si acogen bases de la OTAN o el sistema antimisiles proyectado por Estados Unidos.

No obstante, el mandatario aseguró que esto es tan sólo una opción a la que no llegará «si no hay una extrema necesidad», puesto que no está interesado en resucitar los viejos fantasmas de la Guerra Fría.

La expectación por esta comparecencia era alta, en vista de los 1.364 periodistas acreditados, y Putin, como se esperaba, no sólo hizo un balance de su política.

Dos días después de advertir a Ucrania en presencia de su presidente, Viktor Yuschenko, de las posibles consecuencias de vincularse a la OTAN, el presidente ruso aprovechó su última rueda de prensa anual para extender sus amenazas a otros países del este de Europa.

Así, y aunque precisó que no las llevaría a cabo «si no hay una extrema necesidad», indicó que no descarta la reorientación de algunos misiles también a Polonia o República Checa si albergan el sistema estadounidense DAM de escudo antimisiles». A su juicio, ese sistema «amenaza a la seguridad nacional» y en caso de que surja reaccionarán «de forma adecuada».

No obstante, «no se vislumbra ningún conflicto» con Estados Unidos, según Putin, quien aseguró que su país no tiene interés alguno en «regresar a los tiempos de la Guerra Fría» porque sus «principales intenciones son el desarrollo interno, la solución de los problemas económicos y sociales del país».

En cambio, sí aspira a alcanzar un «diálogo» positivo con quien suceda a George W. Bush en Washington.

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