Un universo de posibilidades a un solo clic

Un universo de posibilidades a un solo clic

Durante la pandemia se han disparado las opciones de formación, ocio y voluntariado en línea, alternativas adaptadas a las restricciones sociales pero igualmente útiles, valiosas y entretenidas.

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La covid-19 ha cambiado muchas cosas. Afortunadamente otras permanecen inalterables, como nuestras ganas de seguir adelante, salir de la situación, el empeño por pasarlo bien, pasar un buen rato con nuestros amigos o familiares y cuidar de otros. Y, aunque todo ello se mantiene, hemos tenido que adaptarlo a las exigencias del contexto sanitario, que en muchos casos nos ha obligado a reducir los contactos sociales al mínimo.

El teletrabajo es el caso paradigmático, pero también hemos encontrado nuevas formas de seguir aprendiendo, comunicarnos, jugar, divertirnos y contribuir a nuestra comunidad vinculadas con la conectividad y las nuevas tecnologías. Muchas de ellas ofrecen ventajas en cuanto a las opciones anteriores –Internet ofrece múltiples vías de formación, información y diversión gratuitas–, por lo que se están afianzando ahora que la sociedad está aprendiendo a manejar la covid-19.

Para que todo el mundo pueda beneficiarse de las posibilidades infinitas de Internet, es necesario que todos contemos con conexión y un dispositivo móvil, considerados actualmente recursos básicos para el día a día. Aunque la pandemia ha disparado los diferentes usos de Internet, también ha agravado las desigualdades. La ayuda puede llegar a través de muchas vías, y el acceso a Internet es una de ellas, para potenciar la calidad de vida de las personas, en cuanto al acceso a la información, a la vida laboral, a la interacción humana y a la educación.

En su labor para que nadie se quede atrás y cerrar la brecha socioeconómica existente en un país como el nuestro, Vodafone ofrece tarifas sociales, con el objetivo que la conexión a Internet esté cada vez más extendida y llegue a más hogares. Se trata de las tarifas Vodafone Conectad@s y One Conectad@s, destinadas a beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital mayores de 30 años. De esta forma, la compañía garantiza que el máximo de personas pueda formarse, divertirse e incluso ayudar a otros o recibir ayuda a través de Internet.

Formación reglada, de pago y gratuita en Internet

Marta acabó la carrera de Diseño Gráfico hace tres años. Aún no sabe qué máster hacer, pero tiene claro que quiere seguir formándose, por lo que ha escogido especializarse a través de los cursos online de Domestika, una plataforma que ofrece formación online, de pago, pero a precios asequibles. Marta, como la mayoría de jóvenes españoles, conoce la importancia de mantener el currículum actualizado en una situación de inestabilidad como la actual, un factor que nos puede ayudar a dar con nuevas oportunidades profesionales.

En este sentido, sobresalen dos conceptos: el upskilling, que consiste en la especialización de nuestras skills o conocimientos –es la opción que ha escogido Marta– y el reskilling, que es el reciclaje profesional hacia los perfiles más demandados del mercado, especialmente en los ámbitos digital y tecnológico, como el marketing, la programación web y el desarrollo de aplicaciones. Actualmente, también se valora especialmente la formación en competencias más transversales, como la comunicación o la gestión del tiempo y los equipos. También se está haciendo un esfuerzo para formar a autónomos y pymes en materia de digitalización, con el objetivo de fomentar la digitalización de la economía.

Existen multitud de plataformas online que ofrecen cursos online gratuitos para sea cual sea nuestro objetivo. Destacan Google Actívate, Facebook Blueprint, el Cibernàrium de Barcelona Activa, Vodafone Lab o Ideas para tu empresa, también de Vodafone. En esta plataforma sobresale #Codelikeagirl, un curso dirigido a mujeres de entre 14 y 18 años para aprender a programar webs, con el objetivo de incrementar el interés de las jóvenes en las carreras STEM.

¿Te imaginas hacer asignaturas de Harvard desde casa? Universidades de todo el mundo se han volcado en la universalización del conocimiento y abogan por la formación gratuita con los Massive Online Open Courses –MOOC–, a través de los cuales se pueden cursar asignaturas universitarias en línea. EdX es una de las principales plataformas para encontrar el MOOC que prefieras. A modo de ejemplo, destacan los cursos de Data Science de Harvard, de Introducción al Alzheimer de la Sorbona, Fundamentos de las Finanzas de Cambridge o Introducción al Software de la Universidad Autónoma de Madrid. Las opciones son múltiples y en diferentes idiomas. Son gratuitos, y solamente se tendrá que pagar si se quiere conseguir la titulación acreditativa.

¿Es posible divertirse delante de la pantalla?

Aunque sea una pregunta difícil de contestar por parte de las generaciones más mayores, los jóvenes lo tienen claro: sí, es posible pasarlo muy bien delante de una pantalla.

A finales del año pasado, Ibai Llanos, uno de los influencers y streamers de moda en España, anunciaba su apuesta por los esports. El que fue caster –narrador– de la liga profesional del videojuego League of Legends y todo un fenómeno viral durante la pandemia por su potente irrupción a Twitch y en el panorama de los creadores de contenido de habla hispana, decidió desvirtualizarse y presentar Koi, su nuevo equipo de esports de la mano con el futbolista Gerard Piqué, en el Palau Sant Jordi. La respuesta les dejó sin habla y las entradas se agotaron en minutos a causa del fervor que causa tanto el vasco como los videojuegos en línea.

La pandemia y las medidas de restricción social han sido claros aceleradores de plataformas como Twitch, donde jóvenes –y no tan jóvenes– como Ibai, han acompañado a miles de espectadores durante horas a través de sus retransmisiones en vivo jugando a videojuegos, reaccionando a vídeos virales o charlando sobre diferentes temas, algunos de actualidad, otros enfocados en su sector.

Incluso streamers como Ibai, conscientes de que muchas personas tenían que quedarse en casa en Navidad o Año Nuevo y no ver a sus familiares, decidieron hacer lo mismo: quedarse en casa, encender su directo y amenizar, dentro lo que cabe, ambas veladas. Hora tras hora, figuras como Auron, el mismo Ibai, o ElXokas se han colado en el top 10 de los rankings mundiales en esta plataforma de streaming en directo, una hazaña imposible de imaginar a inicios del 2020 a causa del dominio de los creadores de contenido americanos.

Tal como demuestra el fervor levantado por el equipo Koi, el fenómeno de Twitch está especialmente vinculado con el de los videojuegos, otro sector en auge a causa del confinamiento. El primero en romper todos los récords fue el nuevo Animal Crossing, llegado directamente desde Japón, seguido por el auge de títulos ya consagrados como Minecraft, Fifa, Fornite o el mismo League of Legends, que han sumado millones de jugadores en los últimos años. También es posible desarrollar aficiones y hobbies a través de la pantalla gracias a cursos de formación y Youtube, una fuente de información inagotable. De esta forma, durante los últimos meses muchas personas han podido perfeccionar sus habilidades musicales o de dibujo, por ejemplo.

Ayudar a otros desde casa

El impacto de la covid-19 nos obligó a buscar soluciones para las situaciones de emergencia. Rápidamente se organizaron redes de apoyo mutuo en los barrios, que fueron la punta de lanza de la solidaridad vecinal para cubrir las necesidades básicas de todo el mundo, como la alimentación, los cuidados o la salud mental. Una vez cubiertas las necesidades básicas, el voluntariado se trasladó también al ámbito digital, para seguir ayudando a otros sin poner en riesgo la salud de nadie. Es una opción que, además, ofrece flexibilidad y permite colaborar en una causa en la otra punta del mundo.

De esta forma, plataformas de colaboración ya consolidadas como Voluntariat per la Llengua, destinada a practicar la conversación en catalán, o Cruz Roja, rápidamente entendieron la urgencia del contexto y supieron adaptar las potencialidades de las nuevas tecnologías para ayudar a quienes lo necesitan.

Ya sean clases de cualquier materia o idioma, o el desarrollo de una página web para una iniciativa solidaria que lo necesite como una protectora de animales, o gestionar las redes de una escuela en construcción que necesita financiación a miles de quilómetros de casa, las aportaciones en forma de tiempo y conocimiento han sido vitales durante estos meses. En este sentido, destaca el voluntariado telefónico o on line asistencialista, dedicado a la atención y el acompañamiento de personas que sufren cáncer y su entorno. Plataformas como hacesfalta.org dinamizan los proyectos en busca de voluntarios.

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