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Gimnasios de Ibiza tras la dana: "Si el agua sube tanto, no puedes hacer nada"

La empresa Fraile continúa trabajando en dos de sus locales para volver a la normalidad tras las lluvias de la semana pasada

Uno de éstos, el de la zona de Can Ventosa, continuará cerrado al menos "dos o tres semanas" más

Toni Escandell Tur

Toni Escandell Tur

Ibiza

Los efectos de la dana de la semana pasada continúan haciendo mella en algunos negocios de los puntos de Ibiza más afectados. Uno de tantos ejemplos de ello es el gimnasio Fraile situado al lado de Can Ventosa, en la calle Carles III, que a día de hoy permanece cerrado, a la espera de poder completar el cambio total de suelo (de parqué y de goma) en un local de unos 500 metros cuadrados. Además, este jueves volvieron a producirse lluvias intensas en diferentes enclaves de la isla. "El parqué sí que lo hemos podido comprar aquí en Ibiza, pero la goma hemos tenido que pedirla fuera y tardará por lo menos 10 o 15 días, de manera que no podremos abrir como mínimo en las próximas dos o tres semanas", detalla Vicente Segovia Parra, administrador de los gimnasios Fraile.

Cartel en el gimnasio Fraile de es Pratet que avisa del cierre por los efectos de la dana.

Cartel en el gimnasio Fraile de es Pratet que avisa del cierre por los efectos de la dana. / Toni Escobar

Este de es Pratet era el tercero de la cadena con más usuarios en Ibiza. Segovia señala que la asistencia a éste es de "unas 350 o 400 personas cada día". Además, la planta subterránea del Fraile de la avenida de España, donde se encuentran las duchas y se imparten habitualmente las clases, continúa cerrada. La sensación al pasar por delante de este establecimiento es de normalidad, ya que la planta principal (la que se ve a pie de calle), donde está la sala de máquinas, sí que se está pudiendo utilizar. Los usuarios de este gimnasio que acudían a clases de grupo tienen la opción de tenerlas en el de la vía Púnica.

"Por lo menos tenemos más gimnasios y hemos desviado a estos usuarios al de vía Púnica; a los que van al Fraile de Can Ventosa los hemos trasladado al de la calle Aragón. La gente ha podido continuar entrenando", valora. Además, los inscritos en el de Can Ventosa pueden pausar su periodo de inscripción para reanudarlo cuando todo se haya arreglado.

"Todo el gimnasio de Can Ventosa se inundó. Hemos estado primero achicando agua y luego lidiando con el barro. Hemos tenido que tirar todo el suelo de goma", comenta Segovia. "También entró agua por arriba. En el primer piso del edificio hay un aparcamiento y en la parte de atrás hay un patio descubierto, por lo que entra el agua a través del propio parking y no está bien aislado", añade.

La parte positiva es que no han tenido que desechar ninguna de las máquinas de hacer ejercicio. "Hay una de correr sobre la que cayó agua de arriba y es la que peor quedó. Pero al parecer se puede volver a poner en marcha".

20.000 euros

Poco parece poder hacerse ante una dana, apunta Segovia con resignación. "No puedes hacer nada contra algo como lo del 30 de septiembre. Cuando el agua sube tanto, si no está todo bien tapado y aislado, es imposible pararlo. Se filtra por todos lados. Solo podemos esperar que no ocurra otra vez".

Tenían pensado empezar ayer a colocar el parqué tanto en el gimnasio de Can Ventosa como en el de la avenida de España, pero finalmente han decidido dejarlo para el lunes, debido a la nueva tanda de precipitaciones. La compra del parqué y del suelo de goma, las tareas de limpieza y la mano de obra sumarían alrededor de 20.000 euros, estiman desde Fraile.

Aunque las duchas del gimnasio de Can Ventosa no se han visto afectadas, la empresa está aprovechando esta situación de parón para cambiarlas.

Cerca del local de la avenida de España el Ayuntamiento instaló un contenedor de grandes dimensiones para depositar trastos de los destrozos de la dana de la semana pasada, así como en otros tres puntos de la ciudad, vaciándolos cada noche. Es Pratet es una de las otras zonas donde se ofreció esta herramienta para depositar material que hubiese quedado inservible, pero Segovia explica que al ser este uno de los barrios más afectados, el contenedor se llenaba rápido. "Nosotros, como tenemos una furgoneta y servicio de mantenimiento, hemos ido realizando viajes para tirar las cosas en un polígono, en un punto de reciclaje. Hemos tenido que pagar para poder tirar las cosas. Solo nosotros hubiésemos llenado dos contenedores".

En el gimnasio de dicha cadena de la calle del País Valencià se inundó el sótano, pero el agua se pudo extraer rápido y en un par de días volvía a estar operativo.

Restos de barro en el gimnasio de la zona de Can Ventosa.

Restos de barro en el gimnasio de la zona de Can Ventosa. / Toni Escobar

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