Un poblado chabolista entre los grandes resorts de Platja d'en Bossa
Un incendio pone de relieve un nuevo núcleo de infraviviendas y tiendas de campaña junto al Parque Natural de ses Salines
Alerta entre los turistas hospedados junto al fuego: "Creíamos que se había accidentado una avioneta"

Así ha quedado el asentamiento de infraviviendas de Ibiza tras el incendio / Vicent Marí

Los grandes núcleos de infraviviendas, como los de sa Joveria y Can Misses o los ya desmantelados en Can Rova y Can Burgos, son perfectamente visibles desde la carretera. ¿Pero cuántos asentamientos chabolistas pueden ocultarse entre la vegetación de Ibiza? Ya se ha formado uno nuevo a las puertas del Parque Natural de ses Salines, junto a los grandes resorts hoteleros de sa Sal Rossa y el final de Platja d'en Bossa, como se ha puesto de relieve con el incendio originado en la tarde del jueves.
El terreno afectado se encuentra en la finca históricamente conocida como Prat d'en Fita, en Sant Jordi. Para acceder al foco del incendio, se toma un camino que se encuentra junto a la pequeña rotonda al final de la carretera de Platja d'en Bossa, cuando esta confluye con la calle de la Gamba Roja.
El acceso parte entre dos eucaliptus y se dirige hacia los estanques de sa Sal Rossa. En los primeros pasos, solo se observa un espeso manto vegetal que impide ver a lo lejos. Abunda la vegetación de zonas salobres, pero también los, pinos, ullastres y todo tipo de arbustos que han crecido sin control tras el abandono de estas tierras. Tal y como se comprueba en las fotografías históricas del visor urbanístico de Balears, esta finca estuvo labrada, como mínimo, hasta 1984 y en 1989 ya mostraba signos de abandono.
Un laberinto de infraviviendas
A los pocos metros ya no se ve aprecia rasto del asfalto que se deja atrás y en seguida surge un laberinto de senderos que se adentra entre ramas y arbustos. Hay montones de suciedad por todas partes, ya sean residuos o bolsas repletas de basura, así como restos de muebles o colchones. Y muchas chabolas y tiendas de campaña. Imposible calcular cuántas: muchos de los pequeños caminos están cerrados y tapados con lonas, con lo que no se aprecia cuántas infraviendas se concentran dentro de la maleza.

Basura acumulada en el Prat d'en Fita. / Vicent Marí.
Son las once de la mañana y no se observa ningún movimiento, hasta que se asoman dos pequeñas cabezas de un grupo de tiendas de campaña al oír voces. Sale un hombre de unos treinta y pocos años. "Nadie se hizo daño con el fuego, alhamd lilah [gracias a Dios]", contesta cortésmente. Prefiere no hacer declaraciones a la prensa, pero se presta amable a hacer de guía hasta el lugar del incendio.
Empieza a serpentear por pasos abiertos no hace mucho tiempo. Aparecen más construcciones precarias en todos claros, por reducidos que sean. Tras un par de minutos, que se alargan más por el intrincado camino que por la distancia en sí, se aprecia un grupo de pinos carbonizados, entre los que destacan una silla blanca y una mesa que han quedado intactas. El hombre se despide, pero aparecen otros dos jóvenes por la zona incendiada.
Uno de ellos, enfundado solo con un pareo, carga una de esas enormes garrafas de fuente de oficina y desaparece en la maleza. El otro, también cerca de los 30 años, accede a hablar, pero con la condición de que no salga su nombre.
"Nadie debería vivir así"
"Aquí había un par de tiendas. Había unas cuatro personas durmiendo y empezó el fuego. Se despertaron por el humo y pudieron salir, pero se quemó todo complemante. Han perdido los papeles y todas las maletas". El joven indica que es saharaui y que llegó a la isla este verano, procedente de la Península, por trabajo. Prefiere no detallar dónde. Ya había estado en la isla en 2020, cree recordar. Además de compatriotas suyos, apunta que en este asentamiento también viven marroquíes y personas de otras nacionalidades, pero no sabe calcular cuántos. Detalla que todos son temporeros, al igual que él.

Imagen del lugar en el que estaban las tiendas de campaña incendiadas. / Vicent Marí.
Sin embargo, él asegura que vive en un piso compartido en ses Figueretes y que ha venido al campamento a ver a unos amigos, aunque va descalzo y sin camiseta dentro de la maleza, solo con un pantalón corto vaquero. "Los alquileres son muy altos, por eso están aquí. Nadie debería vivir así", sentencia.
Antes de despedirse con toda la cordialidad del mundo y adentrarse en la vegetación, el joven parece sobresaltarse al notar que se acerca un hombre corpulento, con gafas de sol y gorra. Se tranquiliza en seguida cuando se le explica que debe de ser un turista, porque lleva la típica pulsera del cliente de un resort.
Alarma por un falso accidente
El campamento de infraviviendas se encuentra a pocos metros del perímetro que protege el Parque Natural de ses Salines, que comienza con los estanques de sa Sal Rossa. Entre el asentamiento y el mar se levantan tres grandes resorts: Grand Palladium Select Palace, Grand Palladium White Island, ambos de cinco estrellas, y el Fergus Style Bahamas, de cuatro. El turista curioso se hospeda en este último. Se llama Lee Richardson, es de Northampton y se inquietó tanto por el incendio del día anterior que quiere ver el lugar de los hechos.

Lee Richardson regresa de curiosear por la zona incendiada. / Vicent Marí.
"Fue todo instantáneo. Estábamos nadando en la piscina sobre las cuatro de la tarde y de repente la gente empezó a gritar porque había llamas y una columna de humo negro. Como allí está el aeropuerto, todos pensábamos que había sido un avioneta que se había accidentado. Mucha gente salió, pero llegó la policía y no nos dejaba acercarnos. Después llegaron los bomberos y lo controlaron", detalla.
A pesar de este incidente, Richardson regresa este sábado a Inglaterra más que satisfecho con la semana de vacaciones que ha podido disfrutar.
El Ayuntamiento y la propiedad
Los terrenos afectados pertenecen al Grupo de Empresas Matutes, al igual que los hoteles del Grupo Palladium. Este diario se puso ayer en contacto con el gabinete de prensa de la cadena hotelera para conocer si habían denunciado la okupación de la finca, pero por la tarde indicaron que solo se dedican a los temas de gestión y no de propiedad.
Por su parte, el Ayuntamiento de Sant Josep apuntó que tenía conocimiento de que en este terreno se esconde un asentamiento chabolista por las personas que entran y salen de allí, pero que ninguna de ellas había reclamado asistencia a los servicios sociales. El Consistorio aún no ha respondido si pedirá que esta finca se limpie y se valle, tal y como se requirió a los propietarios del poblado chabolista de Can Burgos, en Sant Jordi.
Suscríbete para seguir leyendo
- Una mujer de 39 años fallece y otra, de 48 años, resulta herida grave en un choque frontal en la carretera de Santa Eulària
- Usaban coches de lujo para traficar con drogas en Ibiza: todos a la cárcel y más de 21 millones en multas
- Las cámaras de seguridad desvelan por qué cayó al vacío el paciente que murió en el hospital de Ibiza
- Fallece un hombre tras precipitarse al 'parking' en el hospital de Ibiza
- ¿Quién era el hombre fallecido al precipitarse al 'parking' del hospital de Ibiza?
- Unos encapuchados maniatan y golpean a una mujer mayor en Sant Antoni para robarle las joyas
- Radar de lluvias en Ibiza y Formentera | Sigue la evolución del tiempo en directo
- La finca con más caballos de Ibiza: en venta por 43,5 millones de euros