Tribunales

Un ladrón que llegó a Ibiza para olvidar "errores del pasado" comete dos robos y acaba en la cárcel

El delincuente ya había sido condenado en dos ocasiones anteriores por robos en Sevilla

Escaparate de uno de los locales robados

Escaparate de uno de los locales robados / G.S.

Guillermo Sáez

Guillermo Sáez

Ibiza

La Audiencia Provincial de Palma ha confirmado la condena a tres años y siete meses de cárcel para un ladrón reincidente que el pasado verano entró a la fuerza en dos establecimientos de Ibiza, de los que se llevó un total de 320 euros. De esta forma, ratifica la pena que ya le había impuesto en primera instancia el Juzgado de lo Penal número 1 de Ibiza.

El individuo, que ya había sido condenado en otras dos ocasiones por cometer robos con fuerza en Sevilla, volvió a delinquir el pasado verano en la isla, donde cometió sendos robos en las madrugadas de los días 19 y 20 de agosto.

Por ello, fue condenado por un delito continuado de robo con fuerza en establecimiento abierto al público fuera de las horas de apertura.

A las 2.29 horas del 19 de agosto de 2024, rompió la puerta de entrada de una tienda de material deportivo de la avenida de Isidor Macabich y se apoderó de una caja registradora que contenía 250 euros.

Un día después, a las 2:30 horas del 20 de agosto, repitió incursión ilegal en un restaurante situado en la calle Josep Riquer Llobet, prácticamente en la misma zona de Ibiza.

Forzó una puerta corredera lateral y se apoderó de los 70 euros que había en la caja de propinas. Pero no encontró nada en la caja registradora, que estaba vacía. Además, cometió daños en la pantalla de la caja, en una impresora y en un datáfono.

Un cambio de vida en Ibiza

La defensa alegó ante la Audiencia que ni el juzgado ni el policía que declaró como testigo pudieron identificar «sin género de dudas al acusado como la persona que aparece en las grabaciones» de seguridad de ambos negocios.

Además, también aseguró que no había móvil para la comisión de los robos debido a la situación económica de su defendido, que tenía trabajo fijo durante todo el año y cobraba una nómina mensual de 1.600 euros: «Tenía pareja, alojamiento y vehículo propio y había cambiado su vida al venir a Ibiza para dejar los errores del pasado».

Sin embargo, el tribunal no ha dado valor a todos estos argumentos y sí ha considerado que las pruebas son claras y contundentes en contra del acusado. La única concesión que ha hecho es quitarle cualquier responsabilidad sobre los daños a la persiana de la tienda deportiva, lo que no ha impedido la ratificación de la condena.

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