Chabolismo

Un incendio y un informe decisivo: así se gestó el final de Can Rova 2

Los residentes asumen su próxima salida y piden tiempo hasta el 31 agosto

El incendio vivido en Can Rova 2

El incendio vivido en Can Rova 2

Guillermo Sáez

Guillermo Sáez

Ibiza

Punto final para Can Rova 2. La justicia ha sentenciado definitivamente a este asentamiento chabolista de Ibiza y ya solo queda poner fecha al desalojo definitivo.

La puntilla ha sido el incendio que se produjo la semana pasada dentro del poblado, el incidente que ha movido a Cristina Pancorbo Palomo, la jueza que ha llevado todo el caso desde el Juzgado Contencioso Administrativo número 1 de Palma, a levantar la suspensión judicial que pesaba desde el 10 de abril, cuando se produjo el primer y frustrado intento de desalojo.

Y es que el Ayuntamiento de Santa Eulària, término municipal al que pertenece este asentamiento situado junto a Ibiza, al principio de la carretera de Sant Antoni, tomó buena nota de lo ocurrido el pasado 26 de junio, cuando se originó un fuego en la cocina de una de las chabolas que se extendió hasta quemar más de 100 metros cuadrados de terreno de maderas y plásticos.

Por fortuna, los muros, la vegetación y la ausencia de viento aquel día evitaron que el fuego se propagara a otras infraviviendas, según explicó posteriormente el jefe del cuerpo de bomberos, Miguel Sevilla.

Un informe decisivo

El pasado martes, Santa Eulària envió un informe sobre el incendio al juzgado de Palma para que lo incorporase a la causa. A la vista de los hechos, la jueza reaccionó con rapidez, teniendo en cuenta la habitual lentitud de los tiempos judicial, y, al día siguiente, emitió un auto muy contundente donde concluía que «el recurso debe ser desestimado, así como el incidente de vulnerabilidad» que provocó la suspensión judicial hace tres meses.

«Teniendo en cuenta la información aportada por la Administración, que deja patente la peligrosidad de la situación del asentamiento y las medidas que están adoptando los servicios sociales con respecto a las personas que allí se alojan, procede levantar la suspensión del desalojo», expuso.

Por todo ello, en este caso vuelven a imperar las condiciones establecidas en el auto de fecha 26 de marzo, el que motivó el primer intento de desalojo, así como «la obligación de informar del Ayuntamiento de las actuaciones que lleven a cabo y situación de las personas vulnerables para que no queden desasistidas».

Derrota asumida

Los habitantes de Can Rova 2 han asumido que este revés judicial supone el final del poblado. Así lo confirmó David Fechenbach, su principal abogado defensor y el artífice del recurso que logró parar el primer desalojo, a Diario de Ibiza.

En este sentido, añadió que lo único que le han pedido al Ayuntamiento de Santa Eulària es un aplazamiento del desalojo al menos hasta el 31 de agosto, con el objetivo de que todos los residentes puedan marcharse «de forma controlada» durante las próximas semanas.

Por su parte, en el Consistorio santaeulaliense se acogió con satisfacción este nuevo giro en el caso que finalmente decanta a su favor la batalla judicial. En cuanto a la fecha prevista para el desalojo, fuentes municipales explican que lo estudiarán con calma y que analizarán, junto con la dirección insular, «cuál es la forma correcta de proceder».

Además, no ocultan que el verano no es el mejor momento para diseñar un operativo de esta envergadura, aunque ya tienen la experiencia del año pasado, cuando el desalojo de Can Rova 1 se produjo el 31 de julio. En cualquier caso, dan por hecho que, independientemente de la fecha finalmente escogida, todo se producirá de forma pacífica.

El último y definitivo auto judicial se conoció un día después de que los dueños de Can Rova 2, un terreno de propiedad privada, volvieran a solicitar el desalojo del asentamiento, subrayando, en palabras del abogado Mariano Ramón Suñer, que el referido incendio fue «un ejemplo bastante palmario de que los argumentos que empleó el Consistorio para pedir el desahucio inmediato de la finca eran del todo reales», y también de que «hay un riesgo grave para las personas que habitan en el asentamiento», tal y como ha reconocido ahora la magistrada.

Además, el abogado demandante también señalaba que no tienen constancia de nuevos posibles puntos de chabolas en las inmediaciones, es decir, fuera del perímetro del asentamiento ya creado. El año pasado, Can Rova 2 fue levantado junto al terreno donde estaba Can Rova 1.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents