Vivienda

El Ayuntamiento de Ibiza multó con 100.000 euros al encargado del albergue ilegal

El Consistorio asegura que ahora mismo no tiene permiso para desalojar a los inquilinos realquilados

Fachada del albergue ilegal con la antigua cartelería intacta. | G.S.

Fachada del albergue ilegal con la antigua cartelería intacta. | G.S.

Guillermo Sáez

Guillermo Sáez

Ibiza

El Ayuntamiento de Ibiza inició el pasado mes de febrero un procedimiento sancionador por un importe de 100.607,56 euros contra el encargado del albergue ilegal situado en el número 59 de la calle Aragón y escenario de un altercado el pasado sábado.

De igual modo, el Consistorio está preparando un escrito al juzgado para que permita una inspección «urgente» del local por parte de técnicos municipales y «poder valorar así si procede alguna otra acción de carácter administrativo», según detallan fuentes municipales a Diario de Ibiza.

De esta forma, el Ayuntamiento se defiende de las acusaciones de inacción ante la manifiesta ilegalidad que se lleva cometiendo desde hace años en este supuesto supermercado, que fue reconvertido en conjunto de infraviviendas por el hombre que lo alquiló en el verano de 2020.

Esta manifestación llega un día después de que la propiedad del local enviara una solicitud oficial a Ibiza para instar a la institución a que cumpliera con el precinto del local, que está pendiente desde octubre de 2023.

En este sentido, desde el Consistorio aclaran que en aquel momento se inició «un expediente que incluyó un decreto que precintaba la actividad de dicho supermercado». «Al ir a precintar la actividad se detectó que ya no se ejercía dicha actividad, y que en ese local se había constituido morada, por lo que no se pudo proceder al precinto, que sólo aplicaba a la actividad», argumentan las mismas fuentes.

Realizada esta constatación, y a pesar de que los inspectores detectaron que se estaba «produciendo un riesgo continuado sobre las personas y el inmueble», pasó más de un año hasta que el Ayuntamiento volvió a actuar. Concretamente, pasaron 16 meses desde la orden de precinto hasta que el pasado invierno se impuso el mencionado multazo, superior a los 100.000 euros.

Hartazgo vecinal

Los vecinos confían en que la peligrosa escena del pasado sábado, cuando la Policía Nacional detuvo a un hombre por provocar numeroso daños materiales lanzando objetos desde el interior del local hacia la calle, sirvan para acelerar la resolución de un asunto que les tiene «enfadados, disgustados y preocupados», según denuncia una portavoz de la comunidad.

«Yo el sábado iba a salir de mi casa y no pude porque se había liado abajo la de Cristo, y a ver si encima me iba a llevar un portazo. Porque los coches de abajo se han quedado destrozados. La Policía Nacional se llevó al señor esposado, pero al rato estaba la puerta colocada otra vez y aquí no ha pasado nada», lamenta esta persona.

Además, explica que el local «al principio del alquiler sí fue un supermercado», pero que «allí no había clientela, solo peleas cada dos por tres». «A uno que trabajaba allí lo mataron a puñaladas yendo por la calle. Siempre hemos pensado que era una tapadera de trapicheos porque no había más que peleas y mal ambiente», recuerda.

El asunto cambió de cariz cuando empezaron a darse cuenta de que estaban «levantando tabiques y metiendo platos de ducha en el local» para montar diez infraviviendas. «Hasta que no pase una desgracia no harán nada. Nosotros sufrimos por que haya un incendio», advierte.

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