Turismo
Verano en sa Cala: un mar de dudas para los hosteleros
La mayoría de los comerciantes de sa Cala de Sant Vicent se muestran cautos al hacer un pronóstico sobre el devenir de la temporada turística en sus establecimientos. Eso sí, se muestran relativamente contentos y optimistas al hablar sobre el transcurso de los primeros meses de apertura.

Galería: El verano en sa Cala / Vicent Marí

«Disculpad, pero no tenemos mesas libres para ahora». Esto es lo que responde una camarera a dos clientes que quieren comer en el restaurante. Se acerca el mediodía del caluroso penúltimo domingo de junio y la mayoría de establecimientos de sa Cala, en Sant Vicent, cuentan con bastantes clientes. A pesar de ello, los comerciantes no se muestran del todo satisfechos al hablar sobre el comienzo de la temporada turística. Eso sí, coinciden en que cada vez hay más gente.
Cerca del final del paseo se ubica el restaurante Ca la Calma. Su dueño es Jesús Cardona. Lleva bastantes años gestionando este negocio familiar y desde su experiencia en el mundo de la hostelería hace un balance sobre el comienzo de la temporada en su establecimiento: «Fue muy bien en Semana Santa, pero mayo, a partir del día 4, la clientela bajó considerablemente. Mayo fue un mes flojo y en junio la cosa va por días, ya que hay fechas en las que se trabaja mucho, pero en otras no. Está siendo muy imprevisible [en referencia a la clientela de junio en el restaurante] y no es lo habitual si se compara con veranos anteriores».
La inestabilidad no es un buen síntoma para hosteleros como Cardona. A pesar de ello, pronostica que «va a ser un verano regular tirando a bueno, pero no excelente». Además, indica que «ahora hay más gente, especialmente coincidiendo con los días anteriores a la celebración de las fiestas de Sant Joan [24 de junio]».
En función de cómo transcurra el verano para el establecimiento, su dueño afirma que «quizás» volverá «a abrir las puertas al público los fines de semana de invierno». Se trata de una decisión que con los meses se sabrá, pero, de momento, se centra en el presente. Lo hace al tiempo que observa desde una mesa ubicada en la sala interior a la clientela que disfruta del domingo en la terraza de su restaurante.
Si Cardona confía parte de sus esperanzas a las fiestas de Sant Joan, Laura García Marí, camarera del restaurante Can Miquel e hija de la dueña del negocio, lo hace con el fin del curso escolar: «Cuando los niños acaban el colegio solemos tener más clientela. La mayoría de gente que viene a comer aquí los fines de semana son ibicencos y es por ello que los sábados y domingos habitualmente tenemos un mayor número de comensales. Eso sí, de momento la zona no está tan animada como en años anteriores, ya que todavía está todo bastante tranquilo».
«Se está perdiendo el tardeo»
García lamenta un cambio de tendencia que ha observado entre los asistentes a sa Cala. Para ella «se está perdiendo el tardeo». Cada vez «hay menos gente que decide tomarse algo en el restaurante por las tardes». A la camarera le apena este hecho: «Creo que muchos vienen únicamente a bañarse en la playa y luego si quieren comer o beber deciden hacerlo tranquilamente en sus casas».
García es propietaria de varios apartamentos ubicados en la isla. A diferencia de lo que le ocurre con el restaurante, el negocio inmobiliario va viento en popa para la risueña camarera. «Tenemos todos los apartamentos de aquí reservados hasta el mes de septiembre», afirma García con una sonrisa de oreja a oreja.
Con la llegada del mediodía, la afluencia de visitantes en sa Cala aumenta considerablemente. El número de personas se incrementa aún más al acercarse la hora de comer. Pasan escasos minutos de la una de la tarde. Es la hora punta «del día más fuerte de la semana», tal y como indica Anne Volponia. Ella trabaja como camarera en los restaurantes On The Beach Ibiza y The Boat House. Ambos establecimientos están ubicados a muy pocos metros uno del otro y confiesa que «el inicio de la temporada turística está siendo bastante bueno».
La actitud de Volponi está envuelta en optimismo, a juzgar por sus palabras: «Creo que va a ser un verano muy bonito. Hasta el momento tenemos las mesas llenas a la hora de comer, especialmente los sábados y domingos».
Volponi, que mientras habla no pierde de vista en ningún momento la recepción de nuevos clientes, piensa que será una buena temporada, «al ser una playa muy bonita a la que suele venir mucha gente y al ser éste un negocio que tiene una buena ubicación y cuenta con parking privado». Para ella, la clientela «ha subido al hacer más calor». Volponi concluye: «Es un verano más o menos similar al de temporadas anteriores».
«Estamos perdiendo el turismo familiar por culpa de la subida de precios de los hoteles de la zona», afirma Iván Torres, encargado del restaurante Playa San Vicente. Torres protesta por este fenómeno: «Echo mucho de menos el tipo de turista familiar, pero es que es normal. Es obvio que una familia con niños no puede pagar según qué precios para dormir en un hotel en una zona como esta».
Suscríbete para seguir leyendo
- El alcalde de Ibiza invita a Carlos Alcaraz: 'Pagar no podemos, pero te recibimos con los brazos abiertos para mostrarte el cariño de toda la ciudad
- Investigan la aparición de un cadáver en pleno centro de Ibiza
- Sebastián Yatra, fue mala idea llevarte una piedra de Ibiza a La Revuelta
- Una aplicación para avisar de la presencia de serpientes en Ibiza
- El investigador Joan Planells 'Murtera': «Hasta los 50 Ibiza era el sitio de España con más proporción de campesinos»
- Pánico en Sant Antoni: 'Estábamos en la terraza cuando llegó un coche, se bajó un hombre con una pistola y un machete y arremetió contra una familia
- El romántico encuentro de Karol G y Feid en el aeropuerto de Ibiza
- El tiempo en Ibiza: la Aemet activa la alerta por tormentas y probabilidad de granizo