La policía de Ibiza acude a un bar por el exceso de ruido y se encuentra con un arsenal de drogas

Los agentes de la Policía Local de Ibiza se llevaron una gran sorpresa el pasado mes de enero cuando acudieron a un bar de la ciudad que había sido denunciado por los vecinos por las molestias que provocaban el exceso de ruidos y al registrarlo se encontraron con un gran surtido de sustancias estupefacientes, ketamina, MDMA y marihuana de diferentes calidades.

La Audiencia Provincial de Baleares tiene previsto celebrar este martes la vista previa del juicio al encargado del local, D.G.M.L., de 43 años y nacionalidad británica. La Fiscalía reclama para él una pena de ocho años de prisión por un delito contra la salud pública, en la modalidad de sustancias que causan un grave daño a la salud (por la ketamina), y otro en la modalidad de sustancias que no causan grave daño a la salud (por el cannabis).

Los hechos ocurrieron el pasado 10 de enero. Pasadas las 4 de la mañana, los agentes se personaron en el bar, situado en el centro de Vila, tras denuncias de los vecinos por las molestas que causaban los ruidos que se producían en el interior. Una vez allí, se entrevistaron con D.G.M.L. y le informaron que le iban a imponer una sanción por ruidos.

La sorpresa

Entonces decidieron revisar el establecimiento y al entrar en el almacén se toparon con las sorpresas, según el escrito de acusación del fiscal. Allí había una bolsa con cogollos de marihuana, con un peso de 76 gramos, y otra con 21 gramos de cannabis, pero con un contenido en THC inferior al 1,25%. De MDMA hallaron una bolsa con 21 gramos con una riqueza del 84%, otra con 3,3 gramos y una riqueza de solo el 18%, y una tercera con casi 60 gramos y un 24,2% de pureza. Además había otras dos bolsas de mezcla de MDMA y ketamina, una con 3 gramos y otra con 13, de diferentes calidades. Por último, y lo más importante, había una bolsa con 289 gramos de ketamina con una pureza del 85,4%.

Además, los policías encontraron 2.540 euros que procedían supuestamente de la venta de estupefacientes.

Se da la circunstancia de que el encausado, que lleva en prisión desde el día en que se produjo la intervención de las drogas, estaba pendiente del cumplimiento de una pena de ocho meses de multa por conducir sin carnet, aunque tiene residencia permanente en España desde el año 20000. Además de la pena de prisión, el fiscal solicita el pago de una multa de 94.000 euros.