Dalt Vila

Nuevo intento del Ayuntamiento de Ibiza para abrir los bares de Can Botino y Es Polvorí

Saca a concurso público la gestión de ambos locales, abierta a todos los interesados

El bar de Es Polvorí se encuentra junto a la sala de exposiciones.

El bar de Es Polvorí se encuentra junto a la sala de exposiciones. / J.A.C.

Josep Àngel Costa

Josep Àngel Costa

Ibiza

El Ayuntamiento de Ibiza vuelve a intentar poner en marcha los bares de Can Botino, junto a la sede consistorial, y de Es Polvorí, ambos de propiedad municipal, con el objetivo de dinamizar la vida de barrio en Dalt Vila fuera de la temporada turística. Después de un primer concurso público en abril, que quedó desierto, el Consistorio ha redactado unas nuevas condiciones más abiertas para facilitar así su adjudicación durante los próximos cuatro años.

Se da la circunstancia de que, en la primera licitación, el Consistorio apostó por dar un cariz social a los contratos y reservó la gestión de los bares a centros especiales de ocupación, dedicados a personas con discapacidad. Por ello, solo podían optar al concurso empresas que estuvieran inscritas en el Registro de iniciativas empresariales de inserción en Balears. Finalmente, no se presentó ninguna.

Canon

En esta ocasión, se elimina esta restricción y puede optar a ambos bares cualquier interesado, con un plazo para presentar ofertas hasta el día 3 de julio. El canon anual fijado en las bases es de 1.200 euros, mientras que el Ayuntamiento calcula que el concesionario obtendrá un beneficio patrimonial de más de 76.000 euros durante este periodo.

El bar de Can Botino lleva cerrado desde 2020.

El bar de Can Botino lleva cerrado desde 2020. / J.A.C.

La explotación de ambos espacios se licita de manera conjunta, aunque es el café y mirador de Can Botino el que requiere más dedicación. Así, según las condiciones estipuladas, este local deberá abrir durante todo el año y, como mínimo, de lunes a viernes desde las 8 hasta las 15 horas. El contratista tendrá la posibilidad de ampliar el horario hasta las 3,30 de la madrugada (como máximo), también los fines de semana.

En el caso de Es Polvorí, se obliga a que, como mínimo, preste servicio de abril a octubre durante siete horas diarias, además de las jornadas en que haya eventos programados. Igualmente, el concesionario podrá ampliar el servicio si así lo desea.

El bar de Can Botino cerró con la irrupción del covid y ya no reabrió, mientras que el de Es Polvorí, se clausuró en el 2019, coincidiendo con el fin de la sala de exposiciones que gestionaba la Fundación Baleària y que Vila retomó el año pasado.

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