Ibiza

Donaciones para las víctimas del incendio en Ibiza: «Estamos todos juntos en esta misma mierda»

Los afectados piden ayuda a través de campañas en internet para rehabilitar sus viviendas de los daños sufridos

Vista trasera de los apartamentos durante el incendio

Vista trasera de los apartamentos durante el incendio / D.I.

Guillermo Sáez

Guillermo Sáez

Ibiza

La catastrófica fechoría cometida la semana pasada por dos sujetos en Plajta d’en Bossa no se cobró como únicas víctimas los tres establecimientos engullidos por el fuego, sino que también generó importantes daños colaterales en los habitantes de los apartamentos Bossamar, el complejo residencial situado justo encima del foco del desastre.

Por ello, varios de los afectados han lanzado campañas para recoger fondos a través de internet que han tenido muy buena acogida y que permitirán, al menos en parte, amortiguar los efectos de un suceso durante el que todos coinciden en que llegaron a temer por sus vidas.

«Yo lo hago para compartir con los vecinos porque estamos todos juntos en la misma mierda», cuenta la impulsora de una estas campañas alojadas en GoFundMe, una de las plataformas para recoger fondos que operan en internet.

Esta ciudadana extranjera, que vive a temporadas en Ibiza por trabajo y que prefiere conservar el anonimato, estaba durmiendo en su apartamento de Bossamar en la madrugada del pasado 10 de junio. Pasadas las dos de la mañana se desató un infierno que partió del restaurante Sa Sal, por culpa de dos personas que se estaban cobrando una desmedida venganza, y ella se despertó sobresaltada en su apartamento, situado en el segundo piso.

La afectada rememora esa noche en conversación con Diario de Ibiza y reconoce que todavía no se explica el motivo de que el incendio no se saldara con víctimas graves. «Pasamos mucho, mucho miedo», se sincera. «Uno de los pisos que estaba justo encima del restaurante se ha quemado entero», añade.

Lo primero que hicieron los bomberos al llegar al lugar de los hechos fue evacuar a una treintena de familias, según los cálculos que hicieron sobre el propio terreno. «Hay al menos veinte apartamentos dañados", cifra esta mujer, dejando claro que el objetivo de su campaña, que tiene una meta de recaudación de 3.000 euros, es repartir el dinero entre los afectados.

«Lo hacemos para ayudar a toda la gente. La idea principal es comprar colchones. Yo no voy a dormir más en ese colchón. Con el dinero recaudado hasta ahora podemos comprar tres o cuatro», calcula, después de haber cumplido con la mitad del propósito gracias a una decena de donaciones, la más cuantiosa de mil euros.

«Ahora notas quiénes son tus amigos de verdad. Hay gente con la que no había tenido contacto en años y que ahora me ha escrito para ofrecer ayuda. Tienes que buscar algo positivo en todo esto, no te puedes quedar en casa llorando», reclama esta afectada a la que uno de los bomberos aseguró que «el olor a humo de las paredes no se va nunca», razón por la que también quiere pintar las de su apartamento, entre otras medidas, para pasar página.

En el texto de presentación de esta campaña también comenta que el proceso está siendo «largo, confuso y agotador» y que los afectados no están seguros de poder «superar esto solos».

«El incendio dejó muchas de nuestras casas completamente negras y llenas de humo tóxico. Perdimos muchísimo: no solo muebles y ropa, sino también nuestro refugio. El apoyo que hemos recibido hasta ahora ha sido mínimo, y muchos de nosotros ahora tenemos que intentar cubrir todo por nuestra cuenta, desde alojamiento temporal hasta comida, ropa limpia y artículos básicos de primera necesidad», detalla.

Una amiga preocupada

Diferente es el caso de otra familia extranjera que lleva tiempo residiendo en el Bossamar. En su caso, ha sido una amiga la que ha lanzado otra campaña similar en la misma plataforma para tratar de ayudarlos.

«Mis queridos amigos vieron su hermosa casa destruida por el humo y tuvieron suerte de salir con vida. El seguro sólo cubrió el coste de un hotel durante algunas noches y ahora dependen de la generosidad de amigos para tener lugares en los que quedarse mientras esperan que su apartamento sea seguro para vivir nuevamente», desgrana.

En este apartamento en concreto todavía no hay suministro de agua y «todas las tuberías de desagüe se han derretido», lo que ha provocado «fugas de aguas residuales». «Todo el interior está cubierto de polvo negro tóxico y el olor es insoportable. Necesitan una limpieza y pintura profesional de todo el apartamento, además de cambiar todos los muebles, la cocina y los baños», explica.

Esta amiga de los afectados asegura que «el dinero ofrecido por el seguro es mínimo y todo debe pagarse por adelantado, antes de que se pueda procesar la reclamación».

Esta campaña está siendo aún más exitosa que la anterior, ya que está a punto de recaudar los cinco mil euros solicitados tras recibir casi un centenar de donativos. La media es de unos 50 euros y muchos de esos pagos son anónimos.

«Por favor, donen, ya que el dinero ayudará a acelerar la limpieza y compensará la pérdida de ingresos. Cualquier donación será muy apreciada y aliviará parte de su estrés y preocupación», anima la amiga.

Los supuestos autores del incendio continúan en prisión provisional y sin fianza por un delito de incendio con riesgo para las personas. Mientras tanto, sus víctimas siguen lidiando, cada uno como puede, con las consecuencias de un incendio que seguirán arrastrando durante mucho tiempo.

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