Manifestación contra la masificación turística en Ibiza: «Queremos poder pagar el alquiler»
La plataforma Canviem el Rumb sale por segunda vez a las calles de Vila para clamar contra un monocultivo turístico que «no ha proporcionado ni más prosperidad ni más igualdad». Cerca de medio millar de personas secunda la protesta exigiendo «una vida digna» para los residentes.

Inicio de la concentración de protesta en el Potal de ses Taules. / Marcelo Sastre

Los tambores de una batucada a las seis de la tarde de este domingo ya anticipan que una protesta se empieza a gestar a los pies del Portal de ses Taules. Decenas de personas van llegando con pancartas ante la mirada curiosa de los turistas que visitan el casco histórico de la ciudad. La mayoría parece reconocer que subyace el rechazo a la masificación turística en esta movilización. De hecho, Ibiza es una más de las 15 ciudades que salen a la calle por este motivo entre España, Italia, Portugal y Francia.
Para emprender la marcha, una de las organizadoras, Anaïs Palomar del GEN-GOB, apela a una problemática común a todo el Sur de Europa, «desindustrializado y turistificado hasta exceder todos los límites posibles». Micrófono en mano, recuerda que, en las últimas protestas similares en Ibiza, la prensa se ha referido a la limitada respuesta ciudadana que se lograba.

Manifestación contra la masificación turística en Ibiza / Marcelo Sastre
«Muchos de nosotros también lo ha dicho, pero no debemos desanimarnos. Cada una de las personas que estáis aquí sale por muchas otras personas», clama. Según Palomar, mucha gente no se atreve a salir a la calle «por miedo a perder el trabajo o la vivienda», mientras que otra «ha tenido que marchar de la isla por no poder pagar el alquiler».
En esta ocasión, cerca de medio millar de personas secunda la nueva llamada de Canviem el Rumb (300 según la delegación del Gobierno). En su primera manifestación, a finales de septiembre del año pasado, la plataforma reunió unas 1.200.

Una terraza con turistas y, al fondo, la concentración de protesta. / M.S
Una pancarta con el lema ‘Pel dret a una vida digna’ encabeza la manifestación que parte del Mercat Vell y recorre las calles del Mar, Sa Creu y Riambau coreando lemas como «Airbnb, fuera de aquí», «No queremos, una isla de cemento», «Rentista, pingajo, búscate un trabajo», «Turismo de yates, menudo disparate» o «Queremos poder pagar el alquiler».
Tras salir de la Marina, la comitiva se dirige a la avenida Bartomeu de Roselló para llegar a la plaza de sa Graduada. Allí se concluye con la lectura del manifiesto por una decena de representantes de las entidades adheridas (Sindicato de Inquilinas, Amics de la Terra, Emprendada Feminista, GEN-GOB o Som Energia, entre otras).
El manifiesto
Bajo el lema ‘Por una vida digna’, el manifiesto de la plataforma Canviem el Rumb pone el acento en las molestias para la convivencia que genera la masificación turística, así como en los cinco derechos básicos que deberían garantizarse a la población residente: vivienda y trabajo dignos, la posibilidad de un descanso en condiciones en casa, acceso al agua y preservar el patrimonio natural y cultural.
«Es necesario que nos unamos para exigir un futuro que priorice la sostenibilidad, la justicia social y la dignidad de todas las personas trabajadoras que habitamos las islas», subraya el texto tras advertir que el «monocultivo turístico no ha proporcionado ni más prosperidad ni más igualdad». Para ejemplificar este desequilibrio, se cita una iniciativa tan reciente como el corte de agua en las fuentes de Vila, mientras «hay quien sigue trajinando camiones y camiones cisterna para llenar piscinas enormes y regar el césped de villas de lujo» e, incluso, «jardines tropicales».
Todo ello, «mientras las casas payesas no tienen cómo regar sus campos». Respecto a la vía de construir más desaladoras, «no nos dicen quién las pagará, ni cuánta energía consumirán, ni qué harán con la salmuera que contamina la costa y mata la posidonia».
El colectivo vuelve a apuntar contra los cruceros y los jets privados, «a pesar del nefasto impacto medioambiental y social que generan en nuestro pequeño territorio». La presión humana se traduce en «playas masificadas y privatizadas, espacios naturales invadidos, praderas de posidonia degradadas, carreteras atascadas y aguas marinas contaminadas».
Contratos dignos
Coincidiendo con las negociaciones para el nuevo convenio de Hostelería en Balears, Canviem el Rumb se solidariza con los trabajadores de este sector. Especialmente, en los más feminizados, más afectados por enfermedades profesionales y que «forman parte de la cara oculta del turismo: lavanderías, camareras de piso y cajeras y reponedoras de supermercados».
Como «motor fundamental» de la economía, el manifiesto exige acabar con «horas extras no pagadas, contratos fraudulentos, jornadas maratonianas, coacciones e imposibilidad de tener una vida digna donde descansar los días libres». «El turismo no es un derecho, pero el descanso sí que lo es y así está recogido en la Declaración de los Derechos Humanos». En cambio, en Ibiza se ha multiplicado la «contaminación acústica de fiestas, legales e ilegales».

Lectura del manifiesto en la plaza de sa Graduada. / Marcelo Sastre
El manifiesto abunda en el problema de acceso a la vivienda, el que más se ha intensificado en los últimos años. En este sentido, se han reiterado las demandas del Sindicato de inquilinas de Ibiza y SOS Vivienda de Formentera (ambas integradas en la plataforma) que protagonizaron la última manifestación, con 300 personas, del pasado 5 de abril en Vila: «Exigimos una bajada del 50% del precio de los alquileres, contratos de alquiler indefinidos, recuperación de viviendas turísticas o de temporada, acabar con la compra especulativa, desarticulación de Desokupa, aumento del parque público de vivienda y disolución de la Sareb».
Concluyen la lectura dos representantes de la Associació de Joves d’Ibiza, de reciente creación y que se presenta en público por primera vez. «Somos los que heredaremos los efectos del turismo de masas de hoy en día». «¡Queremos vivir y no sobrevivir!», sentencian, mientras todos los asistentes siguen coreando este lema.
Una actuación de Pep Còsmic i es verros de Balàfia pone el colofón con la canción que les ha dado a conocer en las redes sociales y que es la declaración de intenciones perfecta para esta movilización ciudadana: ‘Així no es pot viure’.
Suscríbete para seguir leyendo
- El alcalde de Ibiza invita a Carlos Alcaraz: 'Pagar no podemos, pero te recibimos con los brazos abiertos para mostrarte el cariño de toda la ciudad
- Investigan la aparición de un cadáver en pleno centro de Ibiza
- Sebastián Yatra, fue mala idea llevarte una piedra de Ibiza a La Revuelta
- Una aplicación para avisar de la presencia de serpientes en Ibiza
- El investigador Joan Planells 'Murtera': «Hasta los 50 Ibiza era el sitio de España con más proporción de campesinos»
- Pánico en Sant Antoni: 'Estábamos en la terraza cuando llegó un coche, se bajó un hombre con una pistola y un machete y arremetió contra una familia
- El romántico encuentro de Karol G y Feid en el aeropuerto de Ibiza
- El tiempo en Ibiza: la Aemet activa la alerta por tormentas y probabilidad de granizo