La terrible historia de un multimillonario español dueño del velero de lujo que está en Ibiza: acusado de ocultar un Picasso y con una triste historia familiar de muertes

El 'Adix' es uno de los barcos más impresionantes con propietario español. A principios de los años ochenta, Astilleros Mallorca recibió un encargo para la construcción de un velero de tres palos cuyo diseño era obra del arquitecto naval sudafricano Arthur Holgate. En principio, la nave iba a ser para una empresa inglesa, la Wolf Ltd., aunque realmente su dueño era el argentino Carlos Perdomo. Si bien durante un tiempo se especuló con que el barco se podría usar como buque escuela, al final fue única y exclusivamente un yate bautizado con el nombre de 'Jessica'.

En 1988 se vendió por una cantidad cercana a los 1.000 millones de pesetas a Alan Bond, conocido como el "rey australiano de la cerveza". El 'Jessica' puso rumbo a Australia y se le cambió el nombre por el de 'XXXX', que no era otro que el nombre de la marca de cerveza de Bond. Finalmente éste tuvo problemas financieros y el barco fue embargado.

En 1989 se hizo con él Jaime Botín (fundador de Bankinter y Línea Directa y hermano de quien, a su vez, fundara el banco Santander, Emilio Botín), que lo renombró 'Adix', en honor de su esposa Adela. En 1991 fue objeto de una gran reforma, incluido su alargamiento. La nave fue cortada por la mitad y se le añadió una nueva sección, pasando la eslora de los 53 a los 56 metros actuales (64,8 contando el bauprés).

Valorada en unos 25 millones de pesetas, la embarcación está actualmente navegando en aguas de Ibiza y Formentera, llamando la atención de todos por sus imponentes velas (aunque cuenta con unos potentes motores).

La terrible historia de Botín

Mientras que en el mundo de los negocios Jaime Botín tuvo un éxito indiscutible, en su vida personal vivió varios sucesos muy dramáticos. Se casó muy joven con Belén Nevada, hija del presidente del Club Marítimo Santander. Con ella tuvo ocho hijos, pero, desgraciadamente, no todos sobrevivieron: Jaime y Belén, cuando eran bebés de 16 y cuatro meses, murieron en el incendio de su casa en Cantabria. El matrimonio había salido a cenar y los niños se habían quedado al cuidado de una empleada. Cuando los llevó a dormir ella dejó la luz encendida, pero puso un paño tapando la bombilla. El fuego prendió y murieron los dos pequeños. La tragedia de Jaime y Belén se prolongó después con el tercer hijo. El mayor que había muerto en el incendio se llamaba Jaime y al tercer hijo le llamaron Jaime Ricardo, el segundo nombre en memoria de su abuelo materno, pero siempre fue conocido como Richard. Ese niño enfermó de leucemia siendo muy pequeño, sus padres lo llevaron a Suiza para recibir tratamiento. En vano, desgraciadamente, porque acabó falleciendo.

Volviendo al barco, Botín siempre ha disfrutado muchísimo de él. Gran amante de la filosofía, ordenó una profunda remodelación del yate en Reino Unido y mandó construir una gran biblioteca que ocupa dos cubiertas con cabida para 20.000 volúmenes. Botín la decoró con grandes obras de arte, incluida 'Cabeza de mujer joven', de Picasso, valorado en 26,2 millones de euros. El 31 de julio de 2015, los servicios de aduanas franceses intervinieron el lienzo picassiano a bordo del velero cuando se encontraba amarrado en Córcega. En 2017, la pintura fue reimportada a España para que se conservara a buen recaudo en el Museo Nacional de Arte Reina Sofía, en Madrid. Botín fue acusado de contrabando de obras de arte y en 2020 un tribunal lo condenó a tres años de prisión y al pago de una multa 91,7 millones de euros, que abonó. Nunca entró en prisión debido a la precaria salud que ya tenía en ese momento (85 años).

Jaime Botín, tío de la actual presidenta del Santander, Ana Patricia Botín, falleció en agosto de 2024, y el heredero del holding familiar, incluido el 'Adix' es su hijo Alfonso.