Literatura | Helena Tur Escritora
La escritora de Ibiza Helena Tur: «Las editoriales deberían publicar menos y seleccionar más»
La autora presenta hoy en Ibiza su cuarta novela con Plaza & Janés , 'El caso de la mujer del estanque'

La escritora Helena Tur (Eivissa, 1969), ayer, en las instalaciones de Diario de Ibiza. / Vicent Marí

La escritora ibicenca Helena Tur Planells (Ibiza, 1969) entrelaza romance y asesinato en su nueva novela, 'El caso de la mujer del estanque', una historia ambientada en un pueblecito del País Vasco a finales del siglo XIX con la que, adelanta, quiere arrancar una saga dedicada al cozy crime. El libro lo presenta hoy a las 19.30 horas en la librería Sa Cultural, en Vila,acompañada por otro autor ibicenco, Toni Montserrat, con el que comparte sello editorial, Plaza & Janés.
¿Con esta novela recupera el estilo de su primera obra con Plaza & Janés , ‘Malasangre’? Lo digo porque también hay misterio y asesinato.
A ver, hay dos elementos comunes en todas mis obras, la ficción histórica y un estilo costumbrista, pero este no es un thriller en el que sufras y estés en tensión como ‘Malasangre’. Este libro lo que tiene es una intriga simpática, en plan Agatha Christie. Además, todo el mundo que ha leído la novela me dice que al final se olvida del suspense y vive el pueblo. Hay personajes variopintos que le dan ese punto pintoresco y que están casi más pendientes de los cotilleos del lugar que de la investigación policial.
¿Qué peso tiene el amor?
Tiene peso. Hay más de una trama amorosa. Está, por ejemplo, la de la joven Marina y Javier, que tiene un toque austenista y nos sirve para descubrir cómo es el pueblo sin el guardia civil que investiga. Cuando no está bajo su lupa, la gente se comporta de forma más natural. Así podemos ver el verdadero perfil de los posibles autores del crimen de Antonia, la esposa del alcalde de Ochandiano, que aparece asesinada a orillas del estanque. Luego hay otra historia de amor que se cuece a fuego lento y que es la que sorprende.
En sus novelas es muy importante la ambientación. En este caso ha escogido Ochandiano, una localidad de la provincia de Vizcaya, en el País Vasco. ¿Por qué? .
Porque buscaba documentación sobre pueblos pequeños del norte y, de repente, me topé con un libro de Sergio del Campo Olaso, que es el organero de allí, en el que hablaba del órgano de la iglesia de Ochandiano. Cuando lo leí empecé a ver un montón de detalles que me hicieron pensar que era lo que estaba buscando. Luego visité la localidad, con Sergio y su familia como anfitriones, y lo tuve claro.

Portada del último libro de Helena Tur. / Plaza & Janés
Como ‘Malasangre’ y ‘La playa del carbón’, esta historia transcurre en el siglo XIX...
Sí, en este caso a finales del XIX, en 1897. Reescribo muchas veces y del primer borrador al último cambio miles de cosas. En el primero tenía mucha importancia el asesinato de Antonio Cánovas del Castillo, que ocurre, una semana antes del crimen de Antonia, en Mondragón, al lado del balneario de Santa Águeda, muy cerca de Ochandiano; en el último borrador ya no tenía tanto peso.
Aparte del asesinato del que entonces era el presidente de España, ¿hay más personajes y hechos reales en este libro?
Algunos. Concha Aróstegui, por ejemplo, que era música y hermana de varios músicos y compositores y que vivía entonces en Ochandiano. También son reales los personajes de Felipe Arrese Beitia, el poeta local, y el del alcalde, Lizana. Cuando fui a a Ochandiano y presenté el libro, me dijeron que lo que les había chocado era que hubiera un alcalde liberal en esa época, cuando todos eran carlistas, pero es cierto porque lo comprobé con un listado de las elecciones y de los votantes que me mandó el ayuntamiento. Lo que sí me inventé es que Lizana tenía un hijastro y que era viudo.
¿Cómo es y cómo era Ochandiano en la época que transcurre la trama?
Ochandiano es un pueblo entre dos aguas. Por un lado, es vizcaíno, pero está más cerca de Vitoria. Orográficamente es más fácil llegar, no hay que atravesar el Urquiola. En 1897, en plena guerra de independencia, la mitad de los jóvenes estaban en Cuba o en Filipinas. La localidad había tenido mucho auge comercial hasta hacía unos 30 años, porque tenía fraguas de hierro artesanal y porque era un lugar de paso entre el comercio de Bilbao y la meseta. Después, la llegada de las nuevas tecnologías del hierro acabó con su economía y empezó la decadencia también porque la línea del ferrocaril pasaba lejos de allí. Actualmente sigue siendo pequeñito, no ha crecido mucho. El casco antiguo son tres calles y dos placitas y es una maravilla, en un entorno de hayedos con la sierra del Urquiola. Para rodar una serie es perfecto porque está casi intacto.
Hablando de series, ¿cree que ‘El caso de la mujer del estanque’ daría para una?
Sí, mi agente literario me sugirió que el guardia civil que lleva la investigación del crimen, Gabriel Juarbe, lo convirtiera en mi Poirot, porque él y su pareja daban para más y estoy en ello. Mi idea es hacer una saga con tres de los personajes que aparecen en este libro.
"Nunca escribiría literatura erótica o de autoayuda"
Va a novela por año, un ritmo bastante intenso. ¿Cómo lo lleva?
Bueno, lo he llevado muy bien porque tenía muchas cosas en el cajón. Ahora solo tengo dos y no puedo escribir por mi situación familiar, aunque siento que tengo que hacerlo porque me gusta ser previsora y porque, además, he estado en el País Vasco y me he documentado mucho ya para la tercera novela de la saga, que ambientaré en la Casa de la Misericordia de Bilbao. La segunda ya la tengo escrita y transcurre en Durango. Luego tengo terminado otro libro, está ambientado en Canarias a principios del siglo XX. Para la serie de cozy crime que he inaugurado con ‘El caso de la mujer del estanque’ tengo ya un sello que me ha creado un amigo mío diseñador gráfico al que me gustaría dar las gracias, Óscar Vázquez. Es un calavera con un cardo, el eguzkilore, que en la mitología vasca ahuyenta los malos demonios.
¿Con qué género literario no se atrevería nunca?
Con el erótico, por pudor, y con el de autoayuda, porque me parece un engañabobos.
¿Cuál es su máximo deseo como autora, pero también como lectora?
Como lectora mi deseo es no perder nunca la vista y que se sigan editando los clásicos, que es lo que más me gusta. Como autora, algún día me gustaría escribir novelas menos ligeras, con más peso, pero para eso esperaré a la jubilación.
Cuando dice con más peso, ¿a qué se refiere?
A que no estén tan atadas a lo comercial. Me gustaría escribir una novela que sea más profunda, más filosófica, más existencial, en la línea de Kafka o Thomas Mann. Ahora soy consciente de que estoy en un sello dirigido a muchos públicos y no puedo hacer algo elitista. Mi límite es divertirme. O sea, mientras yo me divierta, pues estupendo, pero soy consciente de que si quiero apostar y ganar tengo que comprar ciertos números de lotería.
Por lo que acaba de comentar, ¿le gusta más la literatura clásica que la contemporánea?
Sí. Incluida la mía. Me gusta más, porque antes, hasta aproximadamente los años 50 del siglo XX, estaba todo menos pervertido y había más libertad y criterio tanto editorial como lector. Creo que cada vez vamos a peor, partiendo del sistema educativo, que ha deteriorado el nivel de los lectores. Lo vemos también en el cine. Eso no significa que no haya obras maestras sueltas, pero, en general, todo es más plano. Ahora se busca lo comercial. Sería interesante que se publique menos y se seleccione más. Tenemos 9.000 títulos en España al año. Se busca llenar librerías y, como en el Corte Inglés, se vende de todo un poquito. Que conste que opino que tiene que haber de todo. Yo también soy defensora de la literatura y el cine de entretenimiento, porque también ahí hay cosas maravillosas.
Suscríbete para seguir leyendo
- Sebastián Yatra, fue mala idea llevarte una piedra de Ibiza a La Revuelta
- Tres herederos de Baleares se ahorran 55 millones de euros cada uno por la rebaja fiscal del Govern
- Una aplicación para avisar de la presencia de serpientes en Ibiza
- El investigador Joan Planells 'Murtera': «Hasta los 50 Ibiza era el sitio de España con más proporción de campesinos»
- Madrid avisa a Balears de que los yates privados se podrán alquilar desde el 15 de agosto
- El tiempo en Ibiza: la Aemet activa la alerta por tormentas y probabilidad de granizo
- El insecto sediento que agujerea sandías y muerde mangueras en Ibiza
- Un barco de pasajeros pierde el control y acaba en la playa de Cala Llonga