Medio ambiente

Los expertos reclaman que deje de retirarse la posidonia de las playas de Ibiza

Recuerdan que los restos de esta planta marina actúan de barrera natural contra el oleaje y albergan una importante biodiversidad de invertebrados

Pilar Martínez

Pilar Martínez

Formentera

Un gran número de entidades ecologistas, así como de expertos en sostenibilidad y protección del medio ambiente, han vuelto a elevar la voz para exigir a las autoridades competentes que dejen de retirar los arribazones de Posidonia oceanica de las playas del Mediterráneo, particularmente de las islas de Ibiza, Formentera, Mallorca y Menorca.

En un documento enviado a los responsables de los departamentos de medio ambiente y gestión de playas de todas las administraciones, los firmantes expresan su preocupación por «la persistencia de las políticas de retirada» de estas acumulaciones de algas, plantas y organismos marinos en las playas causadas por fenómenos meteorológicos, al considerar que se trata de «un proceso natural» que debe ser respetado.

Como muestra de los beneficios de la presencia de estos arribazones, el texto aporta numerosos estudios científicos que prueban su papel fundamental para la estabilidad y conservación de las playas, ya que evitan la erosión costera y la pérdida de arena. Los arribazones de posidonia «no sólo contribuyen a la protección de la costa al actuar como una barrera natural contra el oleaje», sino que también albergan «una importante biodiversidad de invertebrados que aportan alimento a aves marinas y también limícolas» y que, por tanto, «favorecen el equilibrio ecológico de los ecosistemas costeros», explica el texto.

Retirada mecánica

Además, la retirada mecánica de estas acumulaciones implica «una pérdida significativa de sedimento, contribuyendo a la degradación de las playas y afectando negativamente a su conservación a medio y largo plazo».

En la actualidad, y pese a las repetidas protestas de asociaciones medioambientales, en algunas playas pitiusas se procede a la retirada de los montones de posidonia antes de comenzar la temporada turística para devolverlos cuando esta finaliza, una opción que «no tiene en cuenta el panorama incierto al que nos aboca el cambio climático», se explica en el documento que han hecho llegar a los responsables políticos del litoral balear.

A este respecto, los expertos argumentan que si bien hace una década aún se podía confiar en la predictibilidad de la época en la que llegaban los temporales y podía adaptarse la retirada a esas fechas para no dejar la playa desprotegida en el peor momento, «estas previsiones ya no son válidas en el nuevo escenario climático».

En Formentera, el Consell insular pone a disposición de los residentes estos restos de manera gratuita, que suelen ser utilizados como abono en los cultivos.

Llegado a este punto, el documento remitido a diferentes administraciones recuerda que «la Posidonia oceanica es una especie protegida y está declarada hábitat prioritario de interés comunitario en la Directiva Hábitats de la Unión Europea» para pasar a insistir en que su preservación es clave para la sostenibilidad de las costas balears. Por todos los motivos expuestos, las entidades y personas firmantes solicitan «la revisión de las políticas actuales de gestión de playas» y la adopción de «estrategias más respetuosas con el medio ambiente».

La posidonia es actualmente «la especie bandera de la conservación del mar balear», afirma el comunicado, apremiando a «entender su protección y puesta en valor en todas las fases de su ciclo biológico, tanto en la playa sumergida como en la playa emergida».

Para finalizar, proponen una actuación basada en tres puntos. El primero sería evitar la retirada de arribazones de posidonia, especialmente en playas naturales y protegidas, «aunque la situación ideal es conservar este valioso recurso en todo el litoral».

La segunda acción consistiría en implementar «campañas de concienciación ciudadana sobre la importancia de la posidonia para la conservación costera».

Los firmantes dicen no ser ajenos a la realidad que coloca al sector turístico como «pieza clave para explicar la pervivencia de la práctica de la retirada de la posidonia», pero aseguran confiar en que la información sobre los múltiples beneficios que los arribazones aportan, «cambiaría la situación, ya que la pérdida de arena y sedimento afecta directamente al sector» turístico de las islas.

Estas campañas informativas incluirían a los turistas para hacerles comprender que «las acumulaciones de plantas marinas y algas no son signo de una playa descuidada, sino que son parte de la naturaleza del lugar».

El tercer y último punto de acción impele a «buscar siempre alternativas de gestión sostenible que minimicen el impacto ambiental y favorezcan la regeneración natural de las playas».

Estudios

El escrito finaliza con una relación de los estudios en los que basan sus reivindicaciones, como el participado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que prueba la diversidad de insectos y pequeños crustáceos que habitan en los arribazones, o el que cuantifica la pérdida de sedimento por la retirada mecánica de estos elementos en las playas de Balears y sus consecuencias geomorfológicas.

También incluye un listado de entidades y expertos en el ámbito del medio ambiente y la sostenibilidad que apoyan el documento, entre los que destacan el Grup Balear d’Ornitologia i Defensa de la Naturalesa (GOB); el GEN-GOB; la Asociación Salvem sa Badia de Portmany; la Societat d’Història Natural de les Balears; la Fundación Palma Aquarium; IbizaPreservation; Amics de la Terra Ibiza;Vell Marí; SEO/Birdlife; Cristina Amanda Tur Bernat, directora del programa de ciencia Nautilus, de IB3 radio; Eva María García Ortiz, doctora en Biología; Francisco Javier Mas Ferrá, biólogo; o Joan Lluís Ferrer Colomar, periodista.

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