Sistema eléctrico

La central de Endesa en Ibiza llegó a suministrar el 87% de la energía durante el apagón en toda España

La interconexión entre las islas y los motores diésel y las turbinas de gas de la instalación de Ibiza redujeron al mínimo el efecto del ‘cero’ en todo el país

Imagen de la central de Endesa en Ibiza.

Imagen de la central de Endesa en Ibiza. / J.A.Riera

César Navarro

César Navarro

Ibiza

La interconexión eléctrica mediante cables submarinos, que permite a Baleares no depender de la red ibérica, como ya se ha explicado, libró a Ibiza y Formentera de los efectos del apagón total que sufrió la Península a partir de las 12.33 horas del pasado lunes.

La normalidad se fue restableciendo de manera paulatina en todo el país una vez superadas las doce horas desde la caída del sistema, mientras en Balears la vida continuó sin apenas alteraciones más allá de un apagón de las telecomunicaciones, con una caída generalizada de internet y la telefonía fija y móvil que se inició a las seis de la tarde y empezó a recuperarse media hora más tarde.

El primer cable submarino se tendió entre Mallorca y la Península en 2012. Cuatro años después se unieron Mallorca y Ibiza mediante otro enlace y en 2020 se unió a este mallado la isla de Menorca. Finalmente, en 2023 se llevó a cabo la interconexión entre las Pitiusas.

Todo el sistema ha permitido una independencia energética envidiable para Balears, pero en la primera prueba real de fuego que ha tenido que afrontar, un cero energético que jamás se había producido y que nadie esperaba, al menos en Ibiza el sistema se ha abastecido en gran medida desde la vieja central energética de Endesa, situada entre el primer cinturón de ronda y Puig d’en Valls. Una instalación que, paradójicamente, parecía condenada a desaparecer gracias a la unión de las islas mediante cables.

Mapa con los cables submarinos de Baleares y el año de su puesta en marcha.

Mapa con los cables submarinos de Baleares y el año de su puesta en marcha. / Diario de Mallorca

Así, y según se puede comprobar en la web de Red Eléctrica de España (www.ree.es), aunque el cable entre Mallorca y Ibiza mantuvo su preeminencia como primer suministrador de energía para satisfacer la demanda durante la mayor parte del tiempo que duró el apagón, los motores diésel y las turbinas de gas de la central de Endesa llegaron a aportar en momentos puntuales más del 80% de la producción, llegando incluso a un pico del 87,16% a las 15.05 horas del mismo lunes, poco más de dos horas y media después de que el resto del país (menos el otro archipiélago, Canarias, que también se mantuvo al margen) cayera en la más profunda oscuridad energética (e informativa, ya de paso).

Durante todo este episodio las islas consumieron una media que no bajó de los cien megavatios, un nivel considerado «normal».

En el momento de mayor actividad de la central, ese lunes a las 15.05 horas, se registraron 101 megavatios de demanda de energía. Como ya se ha explicado, el 87,16% se generó en Ibiza, el 6,81% llegó a través del cable submarino que une la isla con Mallorca y apenas el 5,47% fue aportado por la energía solar fotovoltaica.

Y de ese total que llegó a los puntos de demanda ibicencos (y de rebote, de Formentera) desde la central de Endesa, el 58,48% fue generado por las turbinas de gas y el 28,48%, por los motores diésel. La instalación estuvo por lo tanto casi a pleno rendimiento, como en sus mejores tiempos.

Del análisis de los datos que ofrece (también en tiempo real) Red Eléctrica en su web se infiere en cualquier caso un excelente rendimiento del enlace submarino.

De hecho, apenas dos minutos después del gran apagón, Ibiza recibió el 69,67% de la energía que demandaba (113 megavatios) por el enlace marino, aunque ese porcentaje bajó hasta el 39,45% a cinco minutos de la una de la tarde (con una demanda de 109 megavatios). Hasta pasadas las 00.25 del martes 29, el cable no llegó a aportar más del 50% de la energía que se consumió en Ibiza.

Desde entonces, la central pasó a un segundo plano para dejar el mayor esfuerzo suministrador al cable, que sostuvo su porcentaje habitual por encima del 75%. Y así hasta que el sistema se recuperó en la Península y la interconexión submarina en corriente continua desde Morvedre (Sagunto) hasta Santa Ponsa (Mallorca), mediante el tendido denominado Cometa, recuperó las constantes vitales y empezó a surtir de nuevo de energía a las islas.

La central, clave

Aunque no hay confirmación oficial desde Red Eléctrica, del episodio que ha puesto a prueba y tensionado hasta el límite el sistema de interconexión se puede extraer la conclusión de que, durante las primeras horas del apagón y hasta que las islas pudieron recuperar el equilibrio energético gracias a sus conexiones mediante su red de cables, la aportación de la central de Endesa resultó clave para Ibiza y Formentera.

A preguntas de Diario de Ibiza, desde Red Eléctrica explicaron ayer que en cuanto se registró el apagón, «y con carácter general, se incrementaron las reservas de generación del sistema balear de acuerdo a los procedimientos de operación. Eso significa que se equilibró el mayor acople de producción local y la aportación del cable para cubrir la demanda en condiciones de seguridad».

Desde el transportista único y operador del sistema eléctrico español, integrado en Redeia, participada en un 20% por el Estado, confirmaron que las interconexiones entre islas, «y en concreto los enlaces entre Mallorca y Ibiza y Ibiza y Formentera, no sufrieron desconexión alguna» como consecuencia del cero energético.

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