Vecina de la playa de s’Aigua Blanca: «Cada hora puede caer algo»

«Paseo por aquí todos los días y noto cómo se producen desprendimientos a diario», lamenta una vecina que prefiere mantenerse en el anonimato, al referirse al estado actual de s’Aigua Blanca. La mujer conoce que este invierno el Ayuntamiento de Santa Eulària llevó a cabo trabajos en altura en todo el perímetro del acantilado, como trasladó a Diario de Ibiza hace una semana, después de que en octubre de 2024 se anunciase que la playa permanecería cerrada durante un mes debido «al grave riesgo que supone para la integridad de las personas que acuden a esta conocida playa».

S’Aigua Blanca seguirá abierta pese al riesgo de desprendimientos

Tras el cierre, desde el Consistorio explicaron que durante un mes y medio se hicieron «demoliciones controladas» y se retiraron «piedras sueltas que podrían ser susceptibles de desprenderse». En este momento, el Ayuntamiento también comunicó que su intención era «volver a hacer una actuación similar una vez acabase la temporada».

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A pesar de estos trabajos, la conocida playa, perteneciente a la parroquia de Sant Carles, sigue manteniendo los carteles que advierten del «peligro por desprendimientos» y señalan las zonas en las que está «prohibido tumbarse» con el fin de recordar a la población y los turistas que acudan a s’Aigua Blanca que «cabe tener especial precaución por peligro de desprendimiento por las condiciones del terreno, que es arcilloso».

Un lugar peligroso

A esto mismo apunta la vecina, que considera que los trabajos realizados hasta el momento no son suficientes: «El problema es que cuando hay mal tiempo, ya sea lluvia o un temporal en el mar, siempre cae alguna roca», advierte. «Las rocas peligrosas, que son las más grandes, no las han tocado y, cuando miras hacia arriba desde la arena, da miedo lo que pueda pasar», señala la vecina de la zona, antes de insistir en su preocupación porque «cada hora puede caer algo».

Con inquietud, la vecina también indica que en la playa hay unas «vallas de hierro abandonadas que deberían retirarse» y comparte las críticas que la semana pasada otra vecina de la zona trasladó a Diario de Ibiza, relacionadas con la falta de papeleras en la playa, así como de un aparcamiento en la zona. A pesar de ello, su preocupación principal apunta al acantilado: «Si los vecinos no insistimos, puede pasar algo».

Por su parte, el Ayuntamiento de Santa Eulària apunta que «este mismo viernes personal de litoral y playas se personará para hacer una inspección ocular de los desprendimientos [denunciados por la vecina] y, si es necesario, hacer las actuaciones pertinentes». Desde el Consistorio recuerdan que esta zona «sufre desprendimientos constantes y es un lugar peligroso, motivo por el que se mantiene la señalización en toda el área para indicar la peligrosidad por caída de piedras».

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