Policía Nacional y Guardia Civil encaran la temporada en Ibiza con más de 180 vacantes

Los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil destinados en las Pitiusas se preparan para vivir otra temporada complicada debido a la falta de efectivos, una carencia que ya se ha convertido en endémica.

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Sumando las vacantes en ambos cuerpos, la cifra estimada a la vista de sus últimos concursos internos se eleva por encima de las 180 plazas.

«La temporada se prevé dura, evidentemente. Creo que va a ser peor que la anterior para nosotros», pronostica el portavoz en Ibiza del Sindicato Unificado de Policía, Rafa Fernández.

«En el último concurso interno han salido 77 plazas para Ibiza, cuando lo normal es que salieran 30 ó 40 plazas. Todavía no se ha resuelto, pero si lo piden uno o dos ya va a ser mucho. Luego, la gente de prácticas vendrá casi en julio, un buen momento para llegar y ponerse a buscar un alquiler... A ver cuánta gente nos mandan de prácticas para cubrir la falta de efectivos, porque no serán todos, tampoco», valora en declaraciones a Diario de Ibiza.

La Policía Nacional ya se ha acostumbrado a un déficit de personal en las Pitiusas que se mueve «en torno al 20% de la plantilla».

«Se cubre con gente que está de prácticas, que están ocho o nueve meses y luego se van a jurar el cargo. Y siempre es destino forzoso, al ser primer destino. Muchos vendrán porque no les queda más remedio y no les da la nota para ir a otro sitio», comenta este agente.

Entre las medidas que solicita para paliar esta situación, pone especial énfasis en conseguir «una insularidad digna». «Un año cobramos un plus, pero luego de repente desapareció y nunca más se supo», recuerda.

Este incentivo sería una de las herramientas con las que, según reclama, se podría atajar el problema de la falta de vivienda que también sufren los agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

«Hay compañeros que vienen a campamentos y también en caravanas porque no encuentran nada y lo les queda nada. También sé de bastantes agentes de la Guardia Civil que han venido y han tenido que vivir en una caravana», concluye.

Agentes «achicharrados»

Por su parte, el portavoz en Balears de la asociación de guardias civiles Jucil, Tomás Quesada, denuncia que están «achicharrados y resignados» de cara a la nueva temporada veraniega.

«Los más veteranos ya saben que toca correr y llegar hasta donde se pueda. Y a donde no se llegue, pues inventar, como se ha hecho siempre. Los guardias civiles somos expertos en supervivencia», comenta con resignación.

La cifra de plazas vacantes en la Guardia Civil se eleva hasta la friolera de 112. Ibiza, tiene un déficit de 64 agentes en seguridad ciudadana y 24 agentes en distintas especialidades, mientras que Formentera sufre un déficit de 24 agentes, todos ellos en seguridad ciudadana porque en esta isla no hay especialidades.

«Si es que hay suerte, esas plazas se cubrirán a partir de septiembre. Si viene gente, vendrá de forma forzosa, de los que pasan de alumnos a profesionales. El año pasaron vinieron así más de cien agentes a los que adelantaron su incorporación», detalla Quesada, una solución similar a la que emplea la Policía Nacional.

«La Guardia Civil va tomando medidas a nivel interno para ir solucionando problemas, pero la Administración central sigue a por uvas, así que seguimos con la misma dinámica, con un montón de vacantes e invirtiendo en tapar huecos en vez de fidelizar plantillas y tener una presencia más importante durante todo el año, que además sería más asequible. La gente sigue quemándose y yéndose de aquí porque se siente ignorada y maltratada», recalca este portavoz.

En este sentido, subraya que los agentes que llegaron el año pasado por la ‘Operación verano’ ganaban un plus de 188 euros diarios entre alojamiento y dietas, mientras que «el agente que está destinado en Ibiza se tiene que apañar con su sueldo normal».

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