Philippe Rotthier, arquitecto: «Ibiza está muerta en vida»

El amor a primera vista que Philippe Rotthier sintió por Ibiza cuando la descubrió en 1971 se fue apagando con el paso de las décadas y el impacto de la masificación turística y el desarrollo urbanístico descontrolado. La construcción de las autovías del aeropuerto y Sant Antoni marcó un antes y un después en esa relación. «Poco a poco vi como esa bella mujer tan amada que era Ibiza se tornaba vulgar y se prostituía por el turismo», lamenta.

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Menciona dos palabras, «la bruxelización», que significa la destrucción de una urbe por el progreso, y «la balearización», que es como llama él a «la transformación de la costa a causa del hormigón». «Las Pitiusas se han convertido en la válvula de escape para la gente que vive en la ciudades», reflexiona.

Cuando se le pregunta si piensa que la isla va a morir de éxito, él contesta, sin asomo de duda, que para él «ya está muerta en vida» y critica «la arquitectura horrible» de muchas obras nuevas y de todas esas «mansiones enormes» que afean los entornos naturales increíbles en las que están edificadas. «Bien pocas de las construcciones modernas respetan lo que es esencial en un hábitat», afirma. Por suerte, apunta, todavía queda algún oasis en la isla: «Balàfia y Morna» son los dos que cita. También critica que en la isla haya «más coches que habitantes» e insiste en la necesidad de poner límite al número de vehículos.

«¿Cree que Ibiza ya no tiene remedio?». Antes de responder, se queda callado unos cuantos segundos. «Nunca se sabe lo que puede pasar mañana. En la Polinesia cada diez años viene un ciclón y arrasa con todo y hay que empezar a hacer todo de nuevo», señala.

Respecto a la pregunta de qué soluciones propondría a la grave crisis de la vivienda que atraviesan las Pitiusas y que, achaca, entre otras cosas, al alquiler turístico, hace referencia a la aprobación hace unos días en el Parlament del decreto del Govern que permitirá reclasificar suelo rústico para poder construir más vivienda en Balears. «No me parece mal que en estas zonas se levanten promociones de VPO siempre que se haga correctamente y respetando el entorno», dice.