Cultura
Can Ventosa, testigo y protagonista de cien años de historia en Ibiza
Familiares de trabajadoras y uno de los directores de la antigua fábrica textil de Can Ventosa e incluso una mujer de 102 años de edad que formó parte de la plantilla acuden a la celebración del centenario de este emblemático edificio. Un acto con parlamentos, una exposición fotográfica, un documental, música y cuentacuentos.

Galería: Centenario de Can Ventosa / Vicent Marí

Familiares de las trabajadoras de la antigua fábrica textil de Can Ventosa, una integrante de la plantilla y el hijo de quien fuera su director durante 20 años acudieron este domingo a la conmemoración del centenario del emblemático edificio, en un acto organizado por el Ayuntamiento de Ibiza para recordar su legado histórico.
Como señaló el alcalde, Rafael Triguero, Can Ventosa ha ido adaptándose a los tiempos cambiando de uso. Y su pasado textil tiene un gran peso en la memoria de la ciudad, precisamente por la importancia económica y social que tuvo. Poco antes de que el primer edil descubra, al lado de la terraza, una placa conmemorativa elaborada por el ceramista Antoni Ribas Costa, Toniet, Antònia Serra Ferrer, de 102 años de edad, cuenta su experiencia como trabajadora textil. «Estaban las que trabajaban con las máquinas, que tenían un aparato de agujas, y las que cosíamos las punteras de los calcetines. Después de pasar por las máquinas, las otras repasábamos todo, por si había que coser algunos puntos que se hubiesen escapado».

TONI ESCANDELL
Recuerda que durante la Guerra Civil estas mujeres continuaron con su faena: «Cuando sonaban las alarmas por la llegada de aviones que venían a bombardear, había una mujer en la puerta para avisarnos, para que todas pudiésemos salir y escondernos. Pero esta persona, con el miedo y los nervios, no encontraba el silbato que tenía para estos casos. Luego, cuando ya dejaban de sonar las alarmas, volvíamos a la fábrica».
También acude al acto Agustí Busom, hijo de Manuel Busom, que ejerció de director durante dos décadas. «Yo nací y crecí aquí hasta los 15 años. Como era pequeño, utilizaba la fábrica como una sala de juego, siempre y cuando estuviese parada. Si entraba cuando estaba en funcionamiento, solo era para estar en unas zonas concretas. Cuando comencé a ir al instituto, esto ya se acabó», recuerda Busom hijo, que actualmente reside en Barcelona y no ha querido perderse esta conmemoración, que contó con el alcalde actual, el exalcalde Enrique Fajarnés, la concejala de Cultura, Carmen Domínguez, la consellera insular de Cultura, Sara Ramón, la primera teniente de alcalde, Gema Marí, y otros representantes políticos del PP, PSOE y Vox.
Triguero destacó que este «edificio ha sido testigo, desde su nacimiento, de la evolución de Vila». «En la fábrica trabajaron muchas mujeres que marcaron un cambio social y económico para la ciudad. Después, funcionó como almacén y depósito militar y más tarde como el espacio cultural que es hoy», recuerda. «Desde el punto de vista arquitectónico también es especial. De estilo modernista, con influencias claras de la arquitectura fabril catalana de la época, poco tiene que ver con las construcciones tradicionales de nuestra isla, lo que la hace singular», añade. Actualmente acoge la biblioteca, la escuela de música, el auditorio y un espacio para los mayores. Triguero afirma que «se está trabajando mucho en su próxima ampliación».

Carol Cardona (sobrina nieta de Serra), Serra, Rosa Escandell (sobrina) y Vilma Soto (cuidadora) / Vicent Marí
Su historia, en imágenes
Este domingo también se inauguraba una muestra de 22 fotografías colocadas en la pared exterior de Can Ventosa, en el lateral de la terraza, sobre la historia del edificio. Se trata de una selección de imágenes con las que cuenta el fondo del Arxiu Històric d’Imatge i So d’Eivissa gracias a donaciones de las familias Ventosa, Valls, Busom, Llogat y de Alfons Garcia Prats, que fue oficial primero de Can Ventosa, explicó la directora del Arxiu y la biblioteca municipal, Fanny Tur. Esta exposición al aire libre muestra las diferentes fases: «desde cuando se comenzó a construir el edificio hacia 1924, en medio de ses Feixes». «Lo que hoy es la avenida Ignasi Wallis no existía: era la carretera de Sant Antoni. También hemos incluido fotos del edificio ya levantado, a raíz del cual comenzó la urbanización de la zona», añade Tur. Además, hay imágenes del interior de la fábrica y de los trabajadores, que eran sobre todo mujeres.
Recuerdos de infancia
Fina Comes Boned señala a su madre (Maria Boned Ramis, na Coques) y a sí misma en una de estas imágenes, en la que aparecen decenas y decenas de trabajadoras con sus hijos. «Yo aquí debía tener 7 u 8 años y ahora tengo 76. Conservo una foto de mi madre haciendo calcetines en una máquina. Mientras, a nosotros nos cuidaba la abuela». En dicha fotografía Comes reconoce a otras personas que vivían cerca de su casa, en Dalt Vila. «Mi madre trabajó muchos años en la fábrica de calcetines, hasta que cerró», añade.
Joan Bonet Roig y Fina Mas, hijo y nuera de la sindicalista Margalida Roig Colomar, Llogat (1908), recuerdan que «en aquella época la fábrica tuvo una gran importancia» en tanto que era «el medio de vida de muchas personas». En un documental sobre la historia de Can Ventosa que este domingo se proyectó en el auditorio, se explica que en marzo de 1936 se creó la Unión Obrera Femenina (UOF), precisamente a través de Llogat y otras compañeras. La presidenta de la UOF era Maria Ramon Marcelino. «El 4 de junio presentaron ante el Ayuntamiento un documento que incluía las reivindicaciones de las trabajadoras», detalla el documental, tales como establecer salarios mínimos por categorías y labores, tener vacaciones retribuidas de siete días al año o permiso para ausentarse por la muerte de padres y hermanos o bien dos días de salario, entre otras cuestiones, según recoge la historiadora Fanny Tur en la biografía de la sindicalista.
El documental también narra que fue «en otoño de 1923 cuando la familia Ventosa decidió crear en Ibiza una fábrica textil», inaugurándose en 1925. Ese año, el 27 de abril a las 11.30 horas (momento en el que este domingo se descubrió la placa) se bendecía el edificio, «y aunque las obras no habían finalizado y la maquinaria no estaba del todo instalada, ya había obreras trabajando».
Recuerdos de la infancia
Maria Dolores Planells Roig, de Cas Cubano, explica que su madre, tía y abuela también formaron parte de la plantilla. «Mi abuela trabajaba en esto desde casa, como otras madres de trabajadoras de la fábrica, haciendo las punteras de los calcetines. También fue cocinera del director durante muchos años. Yo venía mucho por aquí y jugaba con otros hijos e hijas». «Mucha suerte tenían de poder trabajar y traer un sueldo a su casa», añade. También señala, sobre Llogat, que era «una mujer muy adelantada a su tiempo»: «¡Menos mal que siempre ha habido algunas! Ahora hay muchas, gracias a Dios».
A su lado se encuentra Neus Planells Molina, cuyo suegro se encargaba de las máquinas. Fue en la fábrica donde conoció a su futura mujer, otra de las empleadas. «Mi suegra, mi niñera y todas sus hermanas, que eran de Sant Jordi, habían trabajado aquí. Muchas mujeres que trabajaban aquí no tenían hombres en casa, ya fuera porque se iban a América, fallecían o porque estaban presos por política». A modo de ejemplo, el padre de su suegra era uno de tantos ibicencos que fueron a América a trabajar.
El documental recuerda que en 1989, «siendo alcalde Enrique Mayans Tur, el edificio pasó a ser municipal después de año y medio de negociaciones con el Ejército»: «La asociación Pro Música, presidida por Joan Antoni Torres Planells, apoyó al Ayuntamiento y defendió que el edificio fuese espacio cultural. La comisión unitaria de asociación de vecinos se sumó. En mayo de 1995, siendo alcalde Enrique Fajarnés, y con la implicación económica de La Caixa [que financió los gastos de la remodelación de Can Ventosa], se inauguró como espacio cultural». En el vídeo aparecen entrevistas a protagonistas de estos cien años: algunas ya mencionadas en este reportaje, y otras como Mario Riera Busom, José Guasch Cañas (coronel de Infantería retirado) o Toni Torres Font (exdirector de La Caixa y su fundación).
Tras el documental fue el turno de una actuación interdisciplinar, con música y danza, de Eivissa Escènica, de la mano de Llorenç Prats, Raquel Ortiz, Carlos Vesperinas y Joan Carles Marí. También hubo una jornada de puertas abiertas en la biblioteca y cuentacuentos sobre la historia del edificio a cargo de David i Monma. Este martes a las 20 horas la pianista y nieta de Mercè Ventosa, Neus E. Valls, y el poeta y nieto de Manuel Busom, Mario Riera, mantendrán una conversación en la Sala Petita de Can Ventosa y, posteriormente, habrá un recital.
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