Sector náutico de Ibiza: Adaptarse o morir

La XXIX Feria Náutica de Santa Eulària cuenta este año con 12 expositores que traen más de una veintena de embarcaciones y material náutico al espigón del puerto deportivo Marina Santa Eulalia. Muchos de los especialistas en el sector tienen buenas expectativas para esta temporada, aunque trasladan sus preocupaciones por la falta de amarres o la guerra de aranceles.

Inauguración de la Feria Náutica de Santa Eulària

Inauguración de la Feria Náutica de Santa Eulària / J.A. Riera

Estela Torres Kurylo

Estela Torres Kurylo

Santa Eulària

Son cuantiosas las frases célebres que hacen alusión a la libertad que inspira el mar. Para sentirla, muchas veces basta con mirarlo y quedar hipnotizado por su infinitud, otras, cabe disfrutarlo de alguna de las tan variadas formas que existen. Si entre ellas se valora navegar o subirse a un pádel surf, el lugar idóneo en el que encontrar los elementos necesarios es la XXIX Feria Nàutica de Santa Eulària, inaugurada este viernes. La feria se ubica en el espigón del puerto deportivo Marina Santa Eulalia (a la altura del Hotel Catalonia ses Estaques) y cuenta este año con 12 expositores de empresas especializadas de la isla que trasladan sus esperanzadas buenas expectativas para la temporada, a pesar de la preocupación por la falta de amarres o boyas para las embarcaciones o los efectos que puede tener la guerra de aranceles en el coste del material.

Algunos ejemplos de adaptación a las necesidades que hay en la isla los trae a la feria la empresa Náutica San Rafael: «Tratamos de adaptar los barcos a la accesibilidad de los clientes y, en este caso, trabajamos en unos que se puedan sacar y meter al agua cada día», explica Gabino Amoedo Toucedo, gerente de la náutica.

Amoedo se refiere a embarcaciones «poco pesadas que puedan permanecer sobre un remolque de unos 2.000 kilos», teniendo en cuenta la falta de amarres que hay en la isla. Esta disponibilidad en concreto es la que para Amoedo determina si la empresa trabaja más o menos cada año, a pesar de que sus labores estén más vinculadas a la reparación o custodia de embarcaciones.

Como ejemplos concretos, la náutica trae a la feria una especie de llaüt (ya vendido) diseñado específicamente para entrar en una caseta de pescadores, como las que hay distribuidas por toda la isla. «En Ibiza había una carencia porque las casetas de pescadores tienen normalmente una medida y los barcos que hay en el mercado no entran», explica Amoedo.

Por esta razón, tras años trabajando en la adaptación de embarcaciones para que cumplieran los requisitos, crearon esta «más estrecha», menos pesada y con espacios estancos para las capturas de los pescadores. Su diseño también cuenta con varias reservas de flotabilidad para que, «si vuelca, vuelva a su sitio para no hundirse».

Embarcación creada por Náutica San Rafael para adaptarse al tamaño de las casetas de pescadores.

Embarcación creada por Náutica San Rafael para adaptarse al tamaño de las casetas de pescadores. / J.A. Riera

Dado el éxito de esta embarcación, Amoedo destaca que ya están preparando otra como la descrita por petición de otro usuario de la isla. Además de ésta, en la feria también tienen expuesto un catamarán restaurado, con dos cascos muy alargados que dan una idea de la función que tendrá la embarcación: «Hacerla pura y dura de carreras porque correrá por encima de los 50 nudos [cerca de 93 km/h]».

Por otro lado, el gerente explica que sus ingenieros también trabajan actualmente «en dar una segunda oportunidad a embarcaciones en desuso» con el objetivo de «abaratar los costes» y «reciclar los cascos».

Como otra alternativa para abaratar costes están las embarcaciones Whaly, explica el proveedor Marcus Straver, que las proporciona desde hace 15 años al Supermercado Náutico (SUN) de Ibiza: «Son barcas hechas de polietileno casi indestructibles, insumergibles y no requieren mantenimiento».

Falta de amarres

De un tamaño similar a éstas son las del expositor de Ibiza Náutica, que exhibe embarcaciones de cuatro a ocho metros de eslora, unas dimensiones que permiten «llevarlas con remolque», explica Aitor García. A pesar de que García considera que el sector «empieza a ver la luz» esta temporada, tras tres años en los que «se ha visto muy afectado, con bajada de las ventas entre un 40 y 50% », lamenta el «gran problema» que supone para la venta de barcos la falta de amarres o rampas públicas y el incremento de precios de las marinas en Ibiza: «No existen alternativas porque por ahora no se han regularizado las boyas ecológicas en las playas», critica. De este modo, insiste, se está «acabando con este tipo de náutica de recreo».

Estas preocupaciones son compartidas por más expositores: «Los últimos años ha bajado mucho la venta de embarcaciones de mediana y pequeña eslora, a diferencia de la de embarcaciones más grandes, que ha crecido», expone Bruno Morente, de Náutica Santa Eulalia.

La náutica también se dedica a la venta, reparación y custodia y cuenta con embarcaciones de cuatro a diez metros y Morente asocia la reducción de las ventas a la bajada «del poder adquisitivo de la gente», mientras que «alquilar un amarre hoy en día vale más que nunca». A pesar de ello, considera que por cómo empezó abril y cómo ha sido la Semana Santa, la temporada «pinta muy bien».

La posible subida de aranceles

Ramón Díaz, administrador en SUN también manifiesta que «2021 y 2022 fueron años memorables y desde hace 16 o 18 meses al sector le está costando arrancar». En este sentido, Díaz aprecia que Ibiza «está cambiando del sector privado al sector del chárter porque los precios de los amarres no se pueden costear».

A la mezcla de preocupación y expectativas para la temporada el administrador añade la incertidumbre que genera la posible subida de aranceles por parte de Estados Unidos: «Entre el 50 y el 60% de los productos que tenemos son de allí y la subida de aranceles nos afecta», indica Díaz.

En este contexto, apunta que sólo entre el 10 y 15% del material que tienen procede de Europa, aunque es un punto a favor que «en China se están produciendo casi todos los productos» que necesitan. Pase lo que pase de cara a los próximos meses, Díaz tiene en cuenta que «habrá que adaptarse» para seguir facilitando a los usuarios esa ansiada libertad que da el mar.

Tracking Pixel Contents