Pleno
Ningún pub del West End ha aprovechado las ayudas para cambiar de actividad
Sant Antoni modificará las subvenciones para fomentar que los negocios de fiesta cambien de modelo
El Ayuntamiento saca adelante por unanimidad los planes de actuación ante emergencias e inundaciones
El West End de Sant Antoni. / J.A. Riera
Las subvenciones municipales para animar a cambiar el modelo de ocio nocturno de los locales del West End no han surtido el efecto deseado. Así se puso de manifiesto en el pleno de Sant Antoni celebrado este jueves, donde se detalló que, de las 15 ayudas concedidas por el Ayuntamiento, ninguna ha supuesto la renuncia a la actividad de café concierto o bar musical.
El debate sobre el West End protagonizó buena parte de la sesión, a raíz de sendas mociones del PSOE sobre las dos convocatorias de ayudas que «se vendieron a la prensa que servían para reconvertir los negocios en la ZPAE [la Zona de protección acústica especial]», según el portavoz socialista, Antonio Lorenzo. De hecho, este cambio de actividad es una de las tres líneas subvencionables por el Ayuntamiento, mientras que las otras dos se destinan a la modernización de los mismos o a la apertura de nuevos negocios en locales cerrados.
En la primera convocatoria de ayudas de 2023, con un presupuesto de 230.000 euros, se presentaron seis solicitudes. Solo uno de ellos era un café concierto que se interesó en convertirse en restaurante, pero acabó desistiendo cuando se le requirió la documentación necesaria. Los cinco beneficiados finales eran negocios que querían modernizarse o ponerse en marcha.
Al año siguiente, Sant Antoni, en su afán por cambiar la imagen del barrio, reforzó su apuesta con una partida de un millón de euros para reducir la oferta festiva en estos establecimientos. Finalmente, se concedieron ocho subvenciones y, al igual que el año anterior, ninguna se destinó a cambiar la actividad de un bar musical. Estas ayudas sumaron 385.000 euros, con lo que otros 615.000 acabaron en los remanentes municipales.
Modificación
Lorenzo indicó que compartía el objetivo de estas iniciativas, pero, dado que no han sido efectivas para renovar el West End, reclamó que pudieran beneficiarse los comercios de todo el municipio. Para los socialistas, se está cometiendo un agravio comparativo al facilitar unas inyecciones económicas que «solo están sirviendo para modernizar los locales» a una reducida zona de fiesta.
La concejala de Urbanismo y Actividades de Sant Antoni, Eva Prats, anunció que, en estos momentos, se están revisando las bases de la nueva convocatoria de ayudas, con el fin de que sean efectivas para renovar la imagen del barrio. Para este año, la partida se ha reducido a 200.000 euros y se prevé que se publiquen en cuanto se redefinan los criterios. No obstante, Prats, que aún no pudo avanzar estos nuevos baremos, valoró que, con estas ayudas, han abierto cafeterías o pastelerías en el West End, que sirven «para lograr ambiente diurno».
El equipo de gobierno sí que ha tenido más efectividad a la hora de sacar adelante los planes de actuación ante emergencias e inundaciones, que lograron el apoyo de todos los grupos municipales. Se trata de protocolos para mejorar la coordinación de los cuerpos de seguridad ante catástrofes naturales o desgracias.
Can Bonet
Las molestias que han generado en los dos últimos veranos las fiestas masivas en la sala 528, en Can Bonet, también llegaron al pleno ante los temores del vecindario de volver a sufrir «caos circulatorio, botellones, coches frente a las viviendas o gente orinando en la calle», según la concejala socialista Verónica Lorente.
La concejala de Gobernación, Neus Mateu, indicó que se ha reclamado a la propiedad refuerzos en la limpieza, seguridad y aparcamientos para «garantizar la convivencia» en el barrio, además de incrementar el servicio de autocares para reducir los vehículos de la clientela. El alcalde, Marcos Serra, apostilló que estos eventos son «hechos puntuales» y abundó en que se trabaja para reducir molestias.
El pleno también aprobó por unanimidad una moción del PSOE para que se creen ayudas a empresas y particulares destinadas a la retirada de amianto. El equipo de gobierno también sacó adelante, en solitario, una moción para exigir al Estado «el pago urgente de los 810 millones de euros que debe a las aerolíneas» por el descuento de residente, tal y como ya hizo el Parlament balear a principios de mes.
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