Intrusismo

Alquiler de caravanas que burlan las restricciones del Consell de Ibiza

Una pareja holandesa crea una plataforma de alquiler de estos vehículos e invita a estacionarlos en su finca para dormir

Anuncio en Cala Olivera de una de las tres caravanas que alquila una pareja por 364 euros la noche. | DI

Anuncio en Cala Olivera de una de las tres caravanas que alquila una pareja por 364 euros la noche. | DI

Josep Àngel Costa

Josep Àngel Costa

Ibiza

Por mucho que la Administración trate de poner orden, la picaresca siempre irá un paso por delante de la ley. En este caso, pese al empeño del Consell de Ibiza para combatir la oferta turística ilegal, que se ha traducido en una drástica eliminación de anuncios en la plataforma Airbnb, no faltan los subterfugios de emprendores pirata para seguir lucrándose en la isla sin declarar sus ganancias.

Las caravanas son uno de los objetivos de las regulaciones para frenar tanto el intrusismo como la masificación. Más allá de la gente que pueda residir en ellas, el alquiler irregular de vehículos acondicionados para dormir crecía exponencialmente en los últimos años. Y las zonas más recónditas, resguardadas por la vegetación, son el destino predilecto para este colectivo, con el consiguiente riesgo de incendio y de suciedad que generan en plena naturaleza.

De ahí que el Consell y los ayuntamientos hayan anunciado una ofensiva contra los caravanistas a partir de julio, con multas de entre 10.000 y 30.000 euros para quienes pernocten en suelo rústico en la isla. Además, las caravanas procedentes de la Península solo podrán desembarcar si tienen plaza reservada en uno de los campings autorizados.

La tienda de campaña, ubicada en una colina cerca de sa Caleta, se alquila en Vrbo por 193 euros la noche. | DI

Esta tienda de campaña se alquila en Vrbo por 193 euros la noche. / DI

A priori, esta limitación debería acabar al menos con el alquiler irregular de vehículos camperizados y similares con fines turísticos. De hecho, su oferta ha caído en picado en Airbnb. Como ejemplo, basta comparar que en diciembre de 2023 este diario contabilizó 34 anuncios de este tipo en la plataforma, mientras que ayer, ya en el inicio de la temporada, se detectaron nueve. Y, según el Consell, se está gestionando la retirada de estos últimos casos.

Sin embargo, al menos una pareja de holandeses, dedicada al alquiler de caravanas para pasar las vacaciones en Ibiza, cree haber dado con una fórmula para esquivar la prohibición. ¿Que no se puede dormir en suelo rústico dentro del vehículo? Pues ofrecen un rincón de la finca en la que viven ellos mismos para que sus clientes no pasen apuros por las batidas policiales.

Así se puede comprobar en la página web de Ibiza Glamper, donde se puede reservar alguno de los tres vehículos de esta pareja a un precio para nada módico: para reservar por internet una noche en una de sus furgonetas camperizadas hay que abonar 364 euros, la mitad en concepto de depósito, según se indica en su página web.

Consejos

En los consejos que dan en su web para viajar por Ibiza en sus caravanas, los responsables de Ibiza Glamper admiten sin tapujos que, al «contrario que en el continente, dormir en una van está ‘oficialmente’ [el entrecomillado es suyo] prohibido en la isla». Sin embargo, aseguran que puede hacerse sin problema si se siguen unas pautas y se encuentran los sitios adecuados para pernoctar «sin problemas con la ley».

Además, recalcan a sus potenciales clientes que siempre podrán estacionar las caravanas para pasar la noche en su finca de Puig d’en Valls, denominada Casa Mana. No se trata de los únicos servicios de que disponen, ya que, para completar el negocio, también alquilan una scooter eléctrica, tablas de pádel surf o proyectores con altavoces. En todos los casos, el precio de estos complementos es de 15 euros diarios. También imparten sesiones de yoga a los clientes interesados, pero al menos no cobran por ello.

Hablando de yoga, ¿qué ha pasado con el centro de Benirràs de una pareja británica que servía de hotel encubierto sin estar dado de alta? No solo eso, también tienen pendiente una orden municipal de demolición de nueve cabañas de madera, construidas ilegalmente en plena zona protegida.

Pues esta gente sigue reservando sus 15 habitaciones, o bien un chalé entero, a través de su página web de Ibiza Yoga. Al menos, es uno de los casos de intrusismo más flagrantes que ya no se pueden publicitar en Airbnb, que ha retirado los numerosos anuncios que tenían disponibles, para cada una de sus estancias, hasta hace pocas semanas.

Otro caso emblemático es el de Anasse Z., el empresario pirata que lleva años burlando la ley en es Puig des Corb Marí. Allí ha llegado a construir dos cabañas de madera sin licencia, en pleno Parque Natural de ses Salines, para alquilarlas turísticamente.

Anasse Z., de origen marroquí, también acumula irregularidades en el edificio principal que tiene en la misma finca. El anuncio para reservar habitaciones de este chalé en Airbnb es otro de los que han quedado eliminados tras el acuerdo de colaboración, firmado hace dos meses, entre el Consell de Ibiza y la plataforma vacacional.

Igualmente, ahora tampoco está disponible la página web que creó el propio Anasse Z., con el nombre ibiza-luxury-mansion, para comercializar directamente sus propiedades en es Corb Marí. ¿Se ha quedado sin posibilidades? Ni mucho menos, ya que ahora ha vuelto a promocionar su chalé a través de otra plataforma vacacional, Booking, por encima de los 1.366 euros la noche.

Si buena parte de los anuncios que no cumplen con la normativa están desapareciendo de Airbnb, parece que otras plataformas recogen el testigo. Es el caso de Vrbo, donde aún es fácil encontrar caravanas y otros alojamientos manifiestamente ilegales.

Otras plataformas

Como ejemplo, destaca una yurta de 50 metros cuadrados entre Santa Eulària y Cala Llonga, disponible para un máximo de cuatro personas, que incluye comodidades como aire acondicionado o wifi. Su precio es de 292 euros la noche y no solo en temporada alta. Al contrario que en la mayoría de estancias ilegales, esta yurta no se alquila por días, sino que se debe reservar por un mínimo de una semana.

En Vrbo se encuentra otro llamativo caso de una tienda de campaña para dos personas en pleno bosque, instalada sobre una enorme plataforma de madera con vistas al mar. En las fotos que ilustran este anuncio, se observa que la estancia se encuentra en una colina entre sa Caleta y es Codolar, dentro de la misma finca de una villa comercializada como B&M Experience por una pareja holandesa.

De hecho, entre los alicientes que se destacan para promocionar la tienda de campaña, figura que se puede utilizar la piscina comunitaria o la cocina del edificio principal, aunque se comercializan por separado. Su precio, que se justifica bajo el reclamo de «luxury glamping», oscila entre los 193 euros por noche en el mes de mayo y los 238 en plena temporada alta.

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